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domingo, 26 de diciembre de 2010

LA TOALLA CELESTE


Desde este punto de vista solo hay dos alternativas. Si te importa o no te importa. Ustedes se imaginarán mi actitud. No paso por alto esas cosas. Se que algunos estarán en desacuerdo. Lo admito. Pero hay que dar a la incertidumbre un tratamiento en su mayor o menor urgencia. Siento el rostro acalorado. Sudo. Pero mantengo la calma. Mis pupilas auscultan cada detalle a mil alrededor. Siento lejanía. ¿Será el Perú?
Nunca he visto gente más zafia ni opuesta a lo básico. Si encuentras ese tipo de gente, simplemente te queda la duda de violar o no unas cuatro convenciones internacionales y dar pie a fondo en el botón rojo de las dictaduras y barbaries.
Son incorregibles, acabados, sólidos, pero peor que nada.. humanos.
No pudo detestar a gente ahora, pero si como Leónidas poner ese punto inevitable que es el de la dignidad y orgullo para considerar la posibilidad de ser más valiente, inteligente o hasta superior que estos cristianos incompletos.
Obviamente el único cristiano fue Cristo, pero hay incomplenitudes tan dañinas que, yo no se, a blandir palabras de Vallejo.


Pienso en la urgencia de este Perú, en sus ultrajes diarios, en la considerable estulticia de los mercados inculturales limeños, serranos o selváticos, me desespero atribuyendo razones a lo que es simplemente materia de cualquier estudio barato de psicología, por que no, una tesis de un acomplejado estudiante de san marcos que solamente entró a esa facultad para saltar, más adelante para ser “engendro”.
Si, veo mucho engenero y engendro dando doctas lecciones ontológicas. Debo hacer algo, s inevitable. No, no seré tampoco Von Aschemback que no se quería dar cuenta de lo que pasaba en la bubónica Plaza de san Marcos de Venecia. No, no es mi caso.
Pienso y disfruto realmente de este caos, e imposto mi desesperación, solamente doy lustre, grasa, movimiento a mi mente que no se cansa de saborear con la mirada este mar azul en esta costa griega con la frialdad de la copa resuelta con Vermont y su aceituna entre un bosque de muchachas cimbreantes de topless y sandalias brasileras. ¡Mozo, un blanco de blancos para la joven esa, la de la toalla celeste!

viernes, 24 de diciembre de 2010

ELLA DECIDIO

El tipo dijo “no pasa nada en Navidad” . Yo estaba igual. Mi mal querida esposa había llegado al punto de ser insoportable y, lo peor, para mí no era urgente ir en busca de otra muchacha. No me apetecía. Más bien me he transformado en un tipo medio misógino, por lo cual soy incelable.
Pero mi formación me deformó pensando en que uno debe estar en las buenas y las malas con los seres que uno ama. Esta vez dudé de todo ello y pensé ¿en qué va a terminar esto? Reflexioné en las mujeres horrorosas que conocí. La mamá de mi amigo Paco, que tenía sus arrebatos de histeria, y delante de todos solía fustigar a su ex marido, quien se aparecía, por el contrario, sonriente y simpático. Solo que cometió algunos errores. Tuvo otros hijos. Me imaginé a mi tía Antonieta, quien anciana, al borde de la locura, denunció por agresión a mi tío que es un santo. La policía llegó a la casa, lo pusieron a mi tío como un canalla. El pobre permitió que esto sucediera. Recordé otros casos como el de esas mujeres eficientes y envidiosas que solo tienen en su mente enanizar a los hombres.
Infelizmente para ella yo la he enanizado demasiado con una forma de trabajo diferente. He tratado de compartir co0n ella mis logros y, desde luego, a veces suelo dar en el blanco. Pero nno es mi idea competir con ella. Pero ella insiste.
No voy a soportar este tormento mucho tiempo, pensé al regresar de madrugada, con tragos y pocas ganas de decir Feliz Navidad. Ella me las había quitado.
Traté de conversar con el taxista, el dijo hacia adelante, “no pasa nada en Navidad”. No habían muchos clientes. Aceleró, cada vez más. Iba a 100 por Pershing. La velocidad máxima era la mitad. No sé porque pero en ese instante me sentí identificado con la velocidad y le dije. ¡Qué buena máquina! Invitándole a correr más. Así lo hizo. Recordando mis viajes en el TGV de Suiza miré cómo se disolvían las barandas del by pass sobre la avenida Brasil. Volaba.
Recordé la canción red ( http://www.youtube.com/watch?v=PfVD8n2yK5Y ) de King Crimson y fui haca adelante. Le pedí a ella que se haga a un lado, que no deseaba atropellarla. Y me detuve en seco y no encontré olor a pavo de Navidad sino una risa maculosa y vengativa, placentera y a la vez dolorosa de haberme arruinado el momento. No estaba feliz, yo tampoco, esa era su intención. Esa era la razón de su vida. Ella decidió ser una infeliz.

MEJOR SIN ELLAS

Normalmente los fines de semana su consultorio dental se volvía cantina. Estaba medio vencido, triste. Pero a la vez muy feliz de verme. Así parecía al tercer cuba libre. Hasta hacía minutos, por el contrario, yo andaba muy feliz. Acababa de llegar de viaje de Cusco. Fue un vuelo muy suave pese a que antes hubo tormenta.
Camino a la reunión tomé un taxi a quien le pagué lo que quería. En el camino escuché con placer algunos temas de los enanos verdes, realmente buenos. Iba con los brazos laxos y la satisfacción de haberme portado últimamente como un buen sujeto.
Tenía todas las intenciones de que aquella sea una magnífica Navidad.
Los cuatro camaradas que caímos en "el consultorio" reímos, bebimos, destapamos ideas inesperadas. El consultorio es algo sucio. Bueno, está instalado en un lugar sucio. El doctor ha puesto una máquina de gimnasio en la sala de espera. hace tiempo no echa cera al parqué. Tampoco lo barre con frecuencia. En la mesa hay revistas viejas, amarillentas, con restos de sudor humano, muy viejas. Vanidades, Somos, esas cosas inleíbles. Todo lo que hay allí es basura, excepto una National Geographic que años antes me la robó y recién me daba cuenta al vberla en su consultorio.
Poníamos a prueba nuestros reflejos para encajar cada ocurrencia con una réplica igual o más ingeniosa y divertida. George fue con una camisa fosforescente.
Siempre fuimos exigentes en la joda. Así es La Victoria. Picante.
Cuando se desviaban a ciertas oquedades -para nadie la vida es fácil- busque el valor en cada uno y vimos las cosas en perspectiva.
No busqué que salga el lado vencido que llevaban dentro. El negro estaba algo angustiado. Pero estaba entre señores. el debía ser un señor. Pero lo arruinó todo en el último instante.
Me pidió dinero. Luego se arrepintió. Sabía que yo sabía que la angustia lo llevaría finalmente en busca de droga. Era madrugada.
El crápula, que estaba medio tonto recordando las cosas que vivimos, buscaba el lado divertido, pero también los aspectos mediocres de todos. y fue cuando le dije que ninguno como él había llegado a ser un personaje literario por las cosas que le pasaban de inequívoco color novelesco. Es que el crápula es muy defectuoso y buen amigo.
Creo que estuve un poco grande. Y ese es un problema. Quieres solamente estar con gente de tu misma altitud. Me incomoda enanizar a la gente que no debe ser enana. Y mis amigos estaban algo enanos. Y si no, así se expresaban.
Cada quien llevaba algo de vencido pero a eso yo le puse el sello de trituradores de las trampas de la vida y haber llegado a un ahora del cual, con dinero o no, debían sentirse orgullosos como capitanes de su propia vida. Yo los respeto tanto.
Pero estaba tan positivo y desguarnecido que tuve la tonta idea de decirle a ella lo que pensaba hacer.
No esperaba que yo viaje de regreso a Cusco el 28. No creyó que era por trabajo.
Pensó que iba por "otros asuntos". Nadie le quitó la idea. Con esa mente ya está hace tiempo. No le faltan razones, desde luego. Pero la sinrazón esta vez es la que vence todo pronóstico. Ya estoy harto de su sinrazón. Muchas veces pienso en que solo es una molestia.
Necesito ir a Cusco por un dinero antes de que termine la actual gestión municipal. El nuevo alcalde que entre no me va a pagar los aplausos que le hice para que se luzca a su enemigo saliente. Me dedico últimamente a las relaciones públicas.
No lo entendió. La detesté. Me puso entre la espada y la pared. Me calumnió. Es por eso que escribo estas palabras. Ha logrado evaporar mi alegría, disminuir a la Navidad, avinagrado mis ganas de sentirme bien en casa.
Es por eso que pienso en llamar a Colchón y hablar de la innecesaribilidad de algunas mujeres a quien preferiría editarlas, es decir, sacar de ellas esos aspectos verdaderamente corrosivos y esterilizantes de sus vidas, cuando no prescindir totalmente de ellas.
Anoche mi último pensamiento fue: la condición ideal del hombre es la soledad. Aunque ver los ojos e mi hija y sentir como va creciendo el chico, cómo va mirando la vida, su despertar sexual, sus preguntas y la admiración de mi hijo a su padre me hace sentir el lado hermoso de existir.

viernes, 17 de diciembre de 2010

EL CAZAFORTUNA

Tuve temor de que eso sucediera, era un sueño solamente, pero sangraba el punto básico. Recordé toda la noche a los seres queridos mientras el coche declinaba entre montañas verdes hacia el fondo en el nacimiento de la Amazonía.
Un derrumbe era retirado por la Doosan naranja. Una chica con cara de sapo pidió bajar y como estaba en la puerta tuve que cederle el paso. Ya estaba un poco malhumorado.
La noche anterior, a decir de Vargas Llosa, ernanicé a un enano con bastantes mañas para burlarse de mi. Mal intento, realmente el suyo. Le dejé claro que estaba en un error. Pienso que si se enojó conmigo, sabía que de mi depen´día su robo, digo... negocio. Le hice saber que sabía todo de el. Sobre todo de su ambición por el dinero. Finalmente se portó bien. Lo eduqué. ¿O pudo más su ambición de no pelearse conmigo y perder el negocio? Tal vez eso.
Estuve hace un rato en la piscina chapoteando. Dije !niños de mierda! a los que me interrumpían mi charla al teléfono. Me gustan poco los niños. Fui sincero solamente. Me agrada la gente adulta, definida, imperfecta o perfecta, pero eso si, completa, incluso en sus defectos, aquellos que no se pueden volver a entornillar, aunque no me dan una llamémosle utilidad, pueden ser lo mejores.
Leyendo El Viaje del Celta der Vargas Llosa, lamenté lo de Conan Doyle, tan gran escritor, pero tan asustadizo. Traicionó a su amigo de siempre. ¿O pasó lo contrario? A veces se dan casos coimo ese en el que estábamos cinco en el auto y solo estaba a bordo una muchacha. Picchioti sela tiraba a menudo. Pero el dijo !que asco, tenía una cicatriz en la barriga! Me pareció cruel. La muchacha enamorada estaba a su lado. Se sentía su enamorada. El estaba harto. No precisamente deseaba socializarla, pero subió al auto por que esperábamos a sus amigas. Sentí cierta angustia de la muchacha. Ni festejé las burlas que le hacían. Tal vez debí haberme reído. Siempre lo hacía. Pero ocurre que por alguna razón habíamos conversado algo antes, quizás lo suficiente para saber que era una buena muchacha. O tal vez no.
Recibí una cartya de Gran Gretaña, fue hace un rato. Anoche hablamos de Assang con mi amigo suizo, y dije que estaba harto de la peruanidad. Mi amigo va a enjuiciar a un juez que le vendió el departamento inclompleto. Tomamos una copa de escocés. Me dijo qnue al mi subida de la selva le lleve mangos. Mi ex amiga Milagros me llamó de su escritorio. Dicen que fue de casualidad. Teme perder el trabajo, teme caer al llano y no ganar los miles de soles que ha invertido en su auto. Puede ser que en unos meses haga taxi.
Repito, viajé toda la noche y llegué al municipio más rico de todo el país. Voy pot este como quien anda en su casa. La oficina del alcalde derrocha espacio hasta unas ventanas que llenan absolutamente el espacio. Eso permite ver unas verdes montañas y la piscina hermosa. Puedo entender esa rara circunstancia. Me gusta mucho ese ambiente. Un lugar pobre que se ha vuelto rica y donde merodean todos los cazafortunas de afuera y de la zona es muy atrayente. ¿Soy un cazafortuna o anpo por casualidad por alli? No hay duda que hay una cuestión previa. Si esa zona se convirtió de pobre en rica fue por algo, y tal vez ese algo y no su opulencia sea la que me atrae a ella y no otra cosa.
Otra cosa he observado, el dinero, me refiero a los billetes. Recién impresos huelen tanto que pueden inundar todo un cuarto. Es mejor meterlo en una bolsa y cerrarla o llevarlo al banco. Pienso que los gases que emitren son tan profundos que podrían matar a un tipo si queda encerrado una noche en una bóveda de banco.
En esta zona todos quieren dinero fácil. Lo difícil es evitarlo.