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miércoles, 28 de diciembre de 2011

MIRAR AL SOL

-¿Me tienes miedo?- Pregunto
Deja su plastilina y me mira extrañada
-¿De qué?-

Raisa Calderón a su papá José

Ya me apuran los momentos, es diciembre, verano, juego a mago, a prestidigitador y me doy ... a ser, pues, payaso o mago o administrador. El circo es mi área, mi esquima el point de mis contertúleos y desapasionados observadores de la fría realidad que no cabe en los cálculos de los niños.
Mi garganta está semitapada, y no es por que grito, solo está así hace tiempo y me carraspea. Ojalá esto pase pronto. Pero debo mas tarde juntarme con los chicos de la universidad. Me estiman, lo se, pero ellos pueden estar en ese momento. Si es que sucede pronto.
Mi reconstrucción ha demorado mucho tiempo, pero algo ha fallado y me he convertido en una especie de amenaza, unibomber, un petardo suelto que debe ser puesto bajo techo.
Pero si aún me sobrevive algo de ternira, esta va a los que no saben todavía lo que se viene, dias con prisa, tarde de angustia y noches de insomnio por cosas que al final, como lo saben bien los niños, no vale la pena.
No me va bien, menos a tios como yo, la nostalgia de la inocencia, sino me va mas irme acostumbrándome al cianuro de las opiniones de quienes por nada te pueden escupir y pisar encima, razón por la cual cada cierto tiempo de estar uno molido por la realidad debe desastillarse y pulir, aunque no queden tan bien los huesos.
la pena me toca los pies y me estalla la alegría con solo ver el sol y no con ser ese gigante que destruye pueblos por que no le dejan entrar.

martes, 27 de diciembre de 2011

DONDE HAY UN SUSPIRO A LA LIMEÑA

Gasto en hoteles, pasajes de avión y tierra, alimentación y café, del mejor, jabón, champú, lavandería, arreglar mi cámara, zapatillas para el hijo, las caras, skutter para la hija, el caro, estudios, los caros, en mandar a la casa, en Navidad, es decir, chancho, panetón, fruta fresca y en lata, nueces, aceitunas verdes y guindones, crema de coco y un bacardi para la piña colada, me compré un conchón para mí, para dormir mejor y, para no tener más a esos mugrosos jardineros, también una podadora y una grabadora para mis entrevistas. También invierto en divertirme, en una caipirovka o cerveza si hace calor o triunfo, en leer lo que me venga, ahora a Withman, y en cremas antihongos a fin de prevenir que me suban por los pies, igual gasto en una cena con alguna muchacha bonita y estúpida que me permita imaginar que aun hay encanto, en un a mochila fina, fuerte, linda, en mi lap top para robar señal en los cafés, y en una ropa de baño linda para el crio, y en aretes más lindos aún para la bebe qye llega a los 11, en un perfume que no le gustó -Yve Saint Laurent- a la señora mamá de ellos, y por si fuera poco, en el gimnasio donde voy, sea donde esté.
Pero una tarde tenía dinero y te quise invitar un suspiro a la limeña, y no había en el elegante restaurante. Me impresionó que no haya ese suspiro, pero más aún que no creas mas en los sueños, pero ya era tarde para que me partas el corazón.

LARGARSE ES LARGARSE

"Cuando la pena cae sobre mi, el mundo deja ya de existir, miro hacia atrás y busco entre mis recuerdos" Canción Entre mis recuerdos de Luz Casal.

Cuando uno se larga no es necesario decir adiós. Es como un viaje que se va planificando o formándose inconscientemente de a pocos. Largarse es algo totalmente ajeno a una decisión formulada por la mente, es el inicio de un proceso que prospera mientras al menos alguien, sea uno u otro, haga algo por evitarlo.
Largarse es como dar rienda suelta a esa pesadilla de los diletantes que no resuelven algo, pero que en este caso, es porque lo no resuelto se ovilla como si no buscara a sí mismo el desenlace. Largarse no es una decisión, tampoco una intención, largarse es largarse sin estímulos, sin que te atraiga un país, una meta, un hombre, una mujer, dinero o gloria. Largarse es largarse, seguir el camino de uno, hacer rueda para encima hacer rodar al destino. Y soy rueda sin palanca, como el aire que no rueda pero va más a prisa que rodando.
Han pasado estas fiestas en la desolación más absurda, sin mala intención ni malicia, con banderas blancas por todos lados, pero con poca sinceridad de alma. He comprado algo bonito para mi nena, y me han reprochado hacerlo pro que es muy caro. Me va si es muy caro o no, porque una cuenta de teléfono o hipoteca puede esperar, ella no. Ella es algo superior a una deuda. Ella es una semilla de mañana. Si los imbéciles del mundo supieran lo importante de darle esa seguridad de ser amada a una niña, tal vez entenderían porque hay tantos que no tienen compasión al asaltar un banco o a todos los que a diario nos esquilman. Pagué por el más caro y le hice feliz. Pero yo aún estoy vacío y sin ganas de que otras nena me de cariño. En verdad ninguna. Disfruto escribiendo, como arrastrando los ánimos a lo que puedan producir, materia prima para este silencio de tardes de café sin camas donde estirar los brazos, coagulando el desprecio como una herida que se va cerrando para nunca más estar.
No es necesario morir para morir. Por si acaso una foto, un recuerdo, un rescate de lo que valga la pena recordar y mirar de allá lo que ahora puede ser inalcanzable. No hay mucho que hacer sobre el particular. No se va más y punto.

UN PEDAZO DE MUGRE QUE MAULLA

Lo compro con la plata del pueblo, habría dicho al leer la última columna en su contra del antipático Aldo Mariátegui.
El tipo, Roncagliolo, era y es un canalla oenegeta. Llegó a canciller, sólo sabe Dios por qué. Tal vez por haber apoyado a Humala con su red de ONG, o por tener las rodillas tan duras como ligeras sus convicciones.
2,011. Todo iba bien en el puesto de canciller, obedecía (tiene relación amor odio a los militares). Pero un día no pudo más, y sintiéndose firme en el poder decidió jugar un poco con el poder prestado y buscó poner fin a los ataques del columnista del diario Correo. Lógicamente sin que aparezca su diplomática manita ergonómica a los shots.
Pero no seamos tan acres. Roncagliolo es el perfecto canciller. Tiene el camuflaje perfecto para no pronunciarse por nada. Es tan políticamente correcto como no se podría permitir un periodista de los que él sabe que deportaron para ponerlo en su puesto. Lo es que sí se trata de un buen empleado. Trabaja para quien le pague bien, sea comunistas o capitalistas, hombre, mujer, intermedio o alienígena, siempre y cuando no le duela.
Así es que no hay porque dudar de las razones por las que el comandante aún lo tenga en Torre Tagle, pero me parece que Valdez, el premier, le ha puesto una papa caliente en sus manos porque sabe que uno de los enemigos de los Chavín de Huantar es él y sus amigos. ¿A ver qué dice de esta decisión de decir no a la CIDH?

Pero a el canciller le encantan las minucias, es el tipo que se acerca a oler el piso sin que nadie se de cuenta. Y estaba herido de los ataques de la prensa. Se le nota, por eso le dió palmas a todo enemigo de la prensa, como el mandatario de Ecuador, rafael Correa.
Para vengarse del columnista que le atacaba, contrató como "asesor" a su gran amigo, también periodista, quien dicho sea de paso le debía haberle sacado del anomimato cuando pateaba latas, permitiéndole escribir en este diario.

Roncagliolo le puso el ojo y aplicó un plan siniestro. Lo compró, sí, al amigo. ¿Y cómo? Con una oferta irrenunciable: un puesto de asesor en la Cancillería, -¿asesor en qué?-. En verdad ponía en práctica su plan de división de los periodistas que, yo estoy seguro, apenas ha empezado.
En 1970, en plena dictadura militar, se dio la misma figura. Unos periodistas demasiado bocones fueron deportados, otros salvados, otros maltratados. La misma táctica con distinto efemérides. El divisionista Roncagliolo estaba en medio de la intriga.
El era un don nadie en los círculos periodísticos de los 60, no sabía improvisar chistes, le faltaban reflejos, no era de los intitados al club Agustín lara de Villarán.
Pero cuando la botas sacaron a los periodistas, él se sentó como jefe de editorial del diario Expreso. Desde allí, sin importar la verdad, y menos el destino de los periodistas que se fueron, alabó caninamente -no a lo Ddoberman sino a lo peluche- al gobierno criminal de Velasco Alvarado y desfiguró el norte del periodismo nacional.
La gente puede cambiar, es cierto, pero Roncagliolo no. Su táctica sigue vigente. No ha evolucionado. Ayer con Velasco, hoy con Humala. El cumple con dividir a los periodistas, lógicamente extrayendo la sangre del lado más débil como la del talentoso y víctima de sus virtudes, Vásques K, un conocido admirador del Duque de Winsord, famoso por haber traicionado al reino de Inglaterra -por una muchacha loca- para iniciar, aparentemente instigado por ella, unos acercamientos más que escandalosos al entonces enemigo del Reino Unido: Adolf Hitler.
Desde luego que esto no debe afectar al poco simpático, Aldo Mariátegui, director y amigo de Vásquez, pero sin duda, y aquí está la mala jugada del amigo traicionero, pues en vez de generar el disgusto de Mariátegui, ha llevado a la ira a los periodistas que no tenemos ada que ver con él, y que aunque éramos unos niños en la era de Velasco, no permitimos que a nuestros padres, víctimas de la estulticia y crapulería velasquista, se les llame olvidados viejos resentidos.
Es que a veces pienso que para cometer este tipo de travestismo periodístico, saltar de llamar "cívicos" a los inútiles como Roncagliolo a pasarle el plumero, y no solo eso, atacar a sus enemigos, en verdad, muestra no solo una inconsistencia de las convicciones, sino que muestra cuanto pesa llevar cogote la insoportabilidad de ser un bastardo maricón, o bien un desangelado hijo de puta de tristes navidades.

AQUI NO HAY ESTIMA

¡Qué bello levantarme en esta mañana de verano sin sonrisas!
Aquí no hay estima. Es indispensable saberlo. Tampoco nada hay que hacer. Solo un rayo de luz del creador permitiría cambiar el rencor por la compasión y el perdón. Sobre todo a uno mismo. Aquí no hay estima. Sino paredes grisáceas y flores marchitas. Pese a que hay dinero, agua, luz y un vendedor de petunias y claveles a dos metros, no es posible abrir la ventana y comprar algunas. Aquí no hay estima, tampoco pétalos. Los floreros están llenos de piedras.
Escucho otra vez a Spinetta y resulta que el maldito durazno tenía alma. Qué bella idea, qué bella suposición, qué bello levantarme en esta mañana de verano sin sonrisas, solamente seriedad de todos, de todos, digo, y aunque me contagia mucho de esto, mi esperanza está en la montaña, en la verdura amazónica, en donde si florece estupendamente la vida.
No me juzguen porque sigo la luz, lo he intentado todo, traté de partir esta monotonía cromática, incluso pedir perdón de cosas que no hice. Pero parece imposible. También soy humano y me atasco.
Me viene la idea de hacer una colección de cosas, links de música que adoro en el youtube, escribir de mis sensaciones ante el beso del pintor Gustav Klimb, o mencionar cómo me emocioné esa noche en la nevada Freiburg cuando escribí sobre la nieve que había recuperado la mirada perdida.
No sé cuándo se perdió todo el mundo, ni cuándo intenté verlo de nuevo, tal vez la muerte nos enseñe algo, aunque sea ... demasiado tarde.
En todo caso, no me daré cuenta si me visitan o me envían flores.

EL JARDIN SOÑADO Y LOS FLUORESCENTES ANTI ESTRELLAS

Adoro los jardines verdes y floridos. No solo ello. Todo lo verde. El culantro, el perejil y la lechuga, de los que una vez poeticé pensándolos en una mesa de madera “en el jardín”. Ahora que me doy cuenta, nunca tuve un jardín, pero siempre amaba caminar por los parques. Hoy ya no existen tantos parques. Lo que hay son otras cosas, algo más funcional, que tiene muy debajo lo estético. Vivo para lo estético, es lo que me gusta, y por eso cuánta dicha m ha dado leer en Mailer su tratado, si podemos llamar así a sus línes de pura subjetividad, sonre el fluorescente blanco. Su opacidad no se cómo puede gustar a tantos. Lo usan en las oficinas, especialmente, en esos mausoleos donde el silencio reina no por paz sino por minimalidad. De hecho a los chinos menos acostumbrados a la libertad o a la dicha les va y viene existir bajo su mortecina luz. A mi, sin embargo, los fluorescentes blancos y las paredes mostacinas, como muchos cuadros deprimentes de Van Gogh me caen como patada al hígado. Y no se que actitud tomar pues la única opción es el rechazo.
Cada vez que regreso trato de arreglar ese terral que dejo como jardín. Siempre está abandonado, mal querido, opuesto. Y para mi es vida, ilusión, sujeción. Tal vez deba de comprar un jardín de plástico y extenderlo en cada hábitat que encuentre. Pero sería inútil, por que más que el verde amo la vida en su multiplicidad cromática y biológica. Por eso odio el gas de la discordia. Me aturde, me hace improductivo, como mustio árbol ante la ausencia de sol y lluvia. No. Sin duda no deseo eso. Tal vez me hubiese equivocado, igualmente, con quien sea y solamente sea un loco solitario extrañando el jardín que nunca existió ni existirá, ante la contingencia de una vida episódica, remota, casi, casi, inmaterial… como mi jardín soñado.

lunes, 26 de diciembre de 2011

EL PODER DE CREER Y LOS ANFOTEROS DE NAVIDAD

Estoy sentado en el avión. Se acerca la aeromoza. Al señor delante de mi asiento le dice. “Por favor, señor, levántese, este asiento no le corresponde, lo embarcaremos en el vuelo siguiente”. Tal vez no habrá ese vuelo hasta pasada la Navidad. Hay una huelga de los aeroportuarios-. Quizás este sea el último vuelo del día. Además el clima ya es pésimo por lo cual han cancelado dos vuelos, muchos hacen colas y lo cierto es que no hay muchos aviones. La cabina estaba repleta de gente apurada. Todo es un desorden.
Tal vez yo estoy sentado por que sacaropn a alguien de su sitio. Hay dos tipos de gente en el mundo. Los que son sacados de los aviones y los que son puestos sin que tengan más derecho que su poder. A ninguno de estos se le dice Feliz Navidad con sinceridad. Se les teme.
Ha sido una mañana del carajo, y tuve que quejarme con mis contactos periodísticos para lograr que se cumpla mi deseo. Gracias a eso estoy acá sentado. Hablé para la televisión, use el odio a los extranjeros de Cusco para fustigar a los que me ofendieron y se quedaron con lo mío: una empresa extranjera. Y abominé de la empresa de vuelos dándole noticias a este medio en el mejor momento, justo el día en que no hay noticias, en el sentido de que no hay Poder Judicial, ni políticos ni nadie que abra la boca. Son las horas previas a Navidad.
Pero una vez logrado mi objetivo, hice una verónica y en vez de ir corriendo por mi boleto recuperado -le ordenaron al jefe del aeropuerto que me lo de- fui a tomar un café a 5 kilómetros, en la calle Mesínd e la Estrella. Me encontré allí con mis camaradas. Levanté los brazos en señal de triunfo. Miré la calle lluviosa por la ventana. Que el avión me espere, pensé. Alamo Day festejaba la culminación de mi propósitio y rió a cada sorbo. También era su venganza. Para mi es rutina romper convenciones. Mi riesgo a veces da frutos. Otras veces no.
Poetizo:
Veo un perro amado por un incomprendido. Segundo acto, una mujer sonriente acercándose al incomprendido. Luego: unos chicos acercándose a la despedida de sus padres. Es el estreno de la ingratitud. Veo que solo quedan dos de los cuatro Beatles. A Ringo aun transpirando felicidad. Me veo a mi mismo contestando al teléfono. Sí. Estoy escribiendo horas antes de Navidad. You never give me your money. Otra vez, Beatles, Abbey Road. Por qué en Lima hacen corte alemán a los árboles. Por qué les impides la extensión que reclaman sus ramas. Por qué impedir la hojarasca en otoño que va tan bien con el viento frío. Porque en el Perú nadie protesta.
¿Por qué nadie sabe ni mierda de derecho aeronáutico? Me pregunto. Todo peruano debe saberlo. Desde niño. Imposible imaginar porque nadie sabe lo que es un anfótero. ¿Por qué?
Yo tampoco sabía de derecho aeronáutico, pero ahora si lo sé. Tuve una lección de 10 minutos. Y me di cuenta que en el tema de aviones solo importa una cosa. El motor, que despegue, y que aterrice bien. El pasajero puede irse a la mierda y por eso, para que este no se dé cuenta de esto, se le debe de tratar con voz cortés, aunque en el fondo hostil.
Por eso estoy alegre. Porque los mandé a la mierda y me devolvieron mi asiento. Estoy satisfecho, lleno, maldito. Y vamos al fondo. ¿Pero por qué tomo lentamente el café si me dijeron que corra para que me asignen un vuelo?
Cuando uno está dispuesto a perder algo por lo cual tanto luchó, quiere decir que más vale el triunfo que el objeto, y tal vez ese es el regalo que a mí mismo me hago en esta Navidad como un “canto a mí mismo” al que se refería Withman, pues estoy feliz de haber le puesto el dedo en los ojos a la poderosa línea aérea Lan, que pese a sus razones, gentilmente agresivas, como dije no me podían devolver el dinero o reponer un vuelo, logré que tuerzan toda su fraseología de derecho aeronáutico, incluido un pacto internacional de Polonia de 1955, y logré que me devuelvan lo que para mí era justo, sin que necesariamente, repito, me asista el derecho.
¿Puede haber mejor regalo que este? ¿Sacarle un pasaje enterito, con asiento, en una mañana de huelga de los “estibadores” de Corpac, (corruptos chucha su madre), mal clima (se suspendieron dos vuelos) y devolverle sus palabras expertas y memorizadas a la misma jefa de Lan de Cusco para que su superior de Lima le ordene ponerme en el avión? ¿Es que soy tan importante o bien lo menos que quiere la empresa son periodistas o locos peligrosos desenmascarándolos? Sí, eso es.
No, no hay nada mejor. Los ataqué usando mi verborrea criminal, imparable, era una hemorragia de ideas. Ametrallé a todos lados en esa oficina de culonas de labios pintados, usando sofismas, pinturas y pasteles, pinté sus paredes con pichulas, y dije verdades mezcladas con exageracions y burlas, hice piruetas y acrobacias lingüísticas, atribuyéndome espiritualmente un derecho que si bien era un asunto de justicia, era absolutamente imposible en el marco contractual del boleto que compré, porque, en efecto, en una letra pequeñita me advertía que si perdía el boleto de ida, por tardanza, etc., también lo perdía el de vuelta.
Solo que me enteré de esto un 23 de diciembre, cuando estaba con mis mochilas jadeando, rumbo al aeropuerto, con la ilusión de llegar a tiempo a casa para pasar la Navidad con mi familia.
Entonces ya dejé de ser el man-Navidad y me hice otro ser, cactus o morsa –de los Beatles- y reaparecí, no pateando cosas, sino con un trato aplomado, lógicamente con mi abrigo a cuadros, boina y aquella suavidad en mis ademanes, como la última vez que estuve o bien en Estambul junto a Kem Malatatur ordenando el fin de la obligatoriedad del uso de la burka a las chicas de velo, o bien en la inauguración en la vieja URSS de la universidad Patricio Lumumba, o en el Báltico observando la venta de un programa llamado Promiss a la extinta zona comunista, y verme, si , otra vez, completo, impiadoso, sin ninguna posibilidad de bondad, aunque sí con una frialdad que se necesita para dar ayuda a la humanidad Volví como soy y fui y seré. Roxano Gropius.
Sí, soy Roxano Gropius. Te lo diré de forma clara. No abuses de mi buen humor, no creas que soy una víctima de mis virtudes, porque no tengo virtudes con las que me masajees mi ego. Admiro a las máquinas y cada vez menos a los hombres y menos a las mujeres que te dan el culo a cambio de tu vida. Bostezo en los supermercados cuando veo a los imbéciles con esas pesadas cargas femeninas, poniendo cara d importantes al sacar sus baratuchas tarjetas de crédito que mes a mes pagan, y ojalá tuvieran esa misma capacidad de ostentación cuando haciendo el amor con una puta le piden en voz bajita que le meta el dedo en el culo.
No. No soy el que piensa bien de usted, ni el que piensa mal. Usted no me importa demasiado, aunque algunos hechos digan que sí. Roxano Gropius no está con el derecho, ni con las convenciones. Soy el que nunca se pondrá en su sitio, pero a cambio de que nunca, por su bien, se le ocurra estar en el mío.
Amo la competencia leal, pero también manejo la desleal. Solo con los grandes. Con Lan. La verdad, no la de Perogrullo, sino la que está detrás de los códigos y diccionarios es mi patria. Soy el que manda, el que le dice, “señorita, si no se de derecho aeronáutico, usted abusa diciéndome que no puede devolverme el dinero o mi asiento”. Soy el que tiene la razón… en el fondo.
Por eso, al recordar cómo le increpé a la pobrecita mosquita muerta, ella me dijo. “De acuerdo al convenio de Varsovia de 1955 no le podemos devolver su asiento de vuelta por que usted perdió el vuelo de ida y bla bla bla”, a lo cual respondí, “no sé nada de derecho aeronáutico, usted si, lo estudió seguro por años, además el contrato de venta de boleto que usted me muestra está con una tipografía de 7 puntos cuando los diarios populares están en 9 puntos, por lo cual este no es un contrato demasiado democrático, porque todos los que compran su boleto pro internet están apurados, o son ciegos, o hablan quechua y no entienden español, porque en el Perú nadie lee y estos términos son obsoletos para esa realidad, y que pasa si soy un papito de un mundo quechua que no se español, por lo que la línea es racista, y entonces así como no se nada y soy un ignorante terminal que solo sabe tomar su taxi para llegar a tiempo al aeropuerto le pregunto señorita experta en derecho aeronáutico ¿Sabe que es un anfótero?
La mujer me miró perpleja, y aproveché ese segundo para decirle. Yo creo que usted por más buena intención que tenga,. No dispone de la potestad para devolverme el pasaje. Me dijo. Bueno, señor, llamaré a otra persona a Lima para ver si se puede hacer algo. ¿Me espera unos minutos?
Ah, nos vamos entendiendo, respondí. Luego de recuperar el boleto tuve una sensación injusta. Me dije a mi mismo, para que mierda hay esos pactos internacionales si hay en todo trampa. Hicieron doble trampa conmigo, primero me quitaron mi boleto con excusas legales irrefutables y luego me lo devolvieron con excusas aún menos justificables. Una vez que recuperé el boleto, me dijeron, vaya a nuestro counter, lo embarcaremos en el siguiente vuelo. Entonces les dije. Gracias por la ayuda, me fui a tomar un buen café, que lo bebí viendo mi imagen de cómo abominaba por televisión contra la compañía. Luego volví al counter. Todos veían que yo era el que los había insultado. Me trataron mucho mejor. Obviamente nunca quería que me estimaran.

martes, 20 de diciembre de 2011

EL PERU DE LOS MODALES DELICADOS

El Perú es un país vulgar de modales delicados, lo cual explica sus pocas ambiciones y su capacidad casi africana para perder guerras. Mi querida Norna estaba en España y me contaba como algunos empresarios del ramo agrícola estaban con pose de ricos de la revista Hello en el lobby del hotel rehusándose a almorzar las cochinadas que vayan a dar en una feria mundial de alimentos frescos.
Qué se habrán creído es tos tipuelos con este tipo de comodidades,. Al saber, según su relato, que hasta dejaron plantado al presidente de aquella feria, que ese si es un español de usos y modales muy finos (como buen enano).
Me imaginaba a tales con sus éxitos importados de Chile o nIsrael, su seguridad de que eran las nuevas estrellas, como si ya habrían alcanzado metas enormes.
Desde luego que deseo su éxito, pero cuánta razón tenía este Vallejo cuando decía hay tantas cosas por hacer. Solo que yo no pondría “hermanos” sino ¡piensen en grande holgazanes de mierda!
Es evidente que en este país cualquier pelafustán con un pequeño logro ya se atribuye una pechuga de Pompeyo, Craso o hasta César.
Ese país de modales delicados y pisco con caballo de paso árabe no es el que me gusta, pero es el de mayor valor que requiere crecer, dejar el aniñamiento de sentirse más que otros. Esos otros, los de abajo, no son muy distintos. Desconfiados, miserables, corruptos.
La única alternativa que queda es tomar las cosas por su mejor ángulo. Yendo al centro del problema. Allí mismo estoy . En el centro del problema como un hongo maligno o biotecnológico que tratará de absorber y metamorfosear la hiel que hierve en las venas peruanas, y de paso ganar dinero.

LOS EXITOSOS FRACASADOS Y LOS CONSTRUCTORES DE MAÑANA

Me preguntaron si no me sentía un poco mal lavando mis ropas, es decir en términos dramáticos, al verme percudiendo mis medias, calzoncillos y demás enseres. Bueno, dije que no era tan dramático, si a eso le agregas que tomas un inmejorable café espresso de desayuno, mas tostadas con mantequilla, jugo de naranja, algunos gin tonics los fines de semana y mucho ejercicio en el gimnasio para sentirme bien.
El hecho es que, además de esta “dramática” figura, que fue acompañada de otra pregunta-consejo, “por que no te buscas una mujer”, debo agregar a mi infelicidad y carencia de alguien que me gusta que me ame, mi deleite permanente con el mejor rock, (he hecho una selección personal de oro) .
Me di cuenta de que en el aquí y ahora tenía muchos momentos de felicidad y que el estado de soledad es en gran parte ventajoso. Nadie te molesta.

Un hombre exitoso
Conversaba con el dueño del hotel, un ladronzuelo que alquila maquinaria vieja a municipios, y quien es un corruptor calificado de funcionarios de mala entraña, con ojos resbalosos y sonrisa asustada, por la cual solo a veces se le escapa (por un paseje ocular muy fino) la miasma de ser humano que es, a quien me naciò preguntar: ¿Cuál es el secreto tuyo para ser feliz, con una esposa que te cuida los pasos y te tiene tan limpio?
Y entonces repiuró hondo para iniciar una cátedra de idioteces propias de quien supongo que es. Un pérfido gusanillo amable.
Sus palabras doctas en felicidad me dieron tanto sueño, y ojo, no por su notoria falta de profundidad, sino por el convencimiento absoluto que emanaban convencimiento. Para el la vida cuadraba perfectamente con robar, extorsionar, y comprar panetón yu comerlo en familia en Navidad, según -al parecer- los mandatos de algún ser superior, es decir, Dios- convertido en sociedad- que permite que mequetrefes como este anden suelos.
Luego le di la mano con sinceridad, pues no debo negar que me hizo gracia la falta de encaje de su integración entre el bien y mal, y le manifesté un sincero “te envidio” por que solo imbéciles así pueden alcanzar la felicidad, sin tener ese prurito en el alma, a decir de Ortega, que te lleva a escribir, trascender, buscar metas amplias y celestiales en una vida breve y absurda como la que ondeamos con orgullo de pelagatos.
Lelìa a Withman, y dfescubro que este no fue famoso en su tiempo. Tampoco tuvo dinero. Es así que entonces me puse la meta de buscar la forma de acumular unos cientos de miles de dólares, eso si, trabajando creativamente, para continuar haciendo lo que me de la gana cuando ya no tenga tantas fuerzas.
¿Una mujer? Bueno, en realidad no debo descartarlo, sólo que no me dan ganas por ahora. Se acerca Navidad. Debo de ver a mis chicos. Ellos me necesitan… eso creo. Aunque con el tiempo tal vez no.
Entonces, ante esta posibilidad, deberé alistarme para emprender metas más grandes. La primera, dar lecciones de verdad a ellos, como la que me dio mi padre poco antes de morir, muy solo, en verdad. Pero habloando de metas grandes, hay algunas que me seducen. No odiar, por ejemplo. La otra !Por que no! … hacer una gran ciudad. Para eso, debo restarle dramatismo a los momentos que la sociedad quiere ofrecértelos como dramáticos sino disfrutar de la fabulosa capacidad de comprender que Dios me dio, aunque esto no permirta hacerlo finalmente conmigo mismo.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

BRILLA UNA LUZ

Could not seem to get high on you my sweet honey love (podría no encontrar la felicidad en ti, mi dulce amor) Canción Shine a light de los Rolling Stones


La moderación es una forma de agresión
Le preguntaron a Mick Jagger que hacía para tener tan buen estado físico pese a su edad. Respondió que ser hijo de la guerra le impidió el consumo de mucha grasa y colesterol, es decir, dijo que la desnutrición que implicaba la sobrevivencia le ayudó bastante en no acumular mierda.
Claro que exageró, pero lo que dice en parte es, cómo en la vida si evitas todo lo que te tira hacia abajo, tu camino solo puede ser hacia arriba. No por gusto mantuvo tantos amores y tan solo hubo dos esposas en su haber. Esa es la medida, a lo mejor, de lo que se debe hacer en la vida, pues Bianca Jagger, la nicaragüense y primera esposa suya, tuvo que soportar varias infidelidades de Mick, e igual le pasó a la segunda: Pero que hacer, si es un Stone. Ellas sabían en que montaña subían.
Los que nos consideramos fórmula uno, debemos admitir que mucho en nuestras vidas, en lo personal, son imperfección y defecto, pues en el fondo buscamos nuevas formas de relación. Somos precursors y queremos cosas que nadie se atreve. Y no queremos una, sino una multi relación con muchas mujeres a la vez o bien, como es mi caso ahora, con ninguna, evitando al máximo el compromiso, lo que para nada quita la razón de instituciones como la Iglesia, pues ellos tienen su mundo y uno no es precisamente el ejemplo de nadie.
Sin embargo, y celebremos la contradicción, Mick cantó hace poco en una premiación everebody need somebody, cuya letra dice cosas simples y complejas. Todos necesitamos a mar a alguien y esa persona que nos ame cuando vamos por huecos inesperados, hacia abajo.
Es una pena que la gente que uno quiere amar, muchas veces, esté deshecha por el odio y prefiera la destrucción al amor. Un rezo por ellos, no intentemos como dice la canción, quitar las moscas que dan vueltas sobre su alma, y a seguir el camino que mirar adelante es lo único que garantiza la vida a un fórmula uno.

LOS STONES

En efecto, Mick Jagger tiene la virtud de ser un chico malo, muy malo, y por lo tanto, lúcido. Nunca fue un mal escolar, fue, por el contrario, bastante aprovechado y pudo ser por eso becado en la prestigiosa London Economic School, quien sin ser economista, ha demostrado gran maestría para los números.
Sin embargo, en la matemática de Mick, es más que clara su capacidad de decisión, pues ante el poco relevo de sus actuaciones en los años 80 como solista, nunca fue decisión suya más acertada que la de reunirse nuevamente con su grupo.
Ahora se rumorea una nueva gira de los Stones en el 2012, y aunque cada uno de los miembros de los Rolling Stones se encuentran separados, se han reunido, si no me falla el dato, en la misma Inglaterra, donde los ensayos han empezado. Richards no ha confirmado, ni Watts, de una reunión ni nada, pero es un hecho que esta reunión para tocar nuevamente después de cuatro años habla de una reunión próxima de los Stones. Richards ha dicho, Mick siempre será bienvenido. Y claro que Jagger desea ser bienvenido pues es el líder de la banda, la estrella, pero una estrella que sabe muy bien no es nada sin ese firmamento de descuageringados y extravagantes (hasta el consevadurismo mismo de Watts) que son los Stones en conjunto, una de las mejores marcas del rock, y a lo mejor con una química menos desintegrable que lo fueron los Beatles.
Pueblo y liderazgo, protagonismo en conjunto. Ojalá algo de este ir en conjunto pueda darse milagrosamente, aunque se a pedazos en el Perú. Que vivan los mejores.

martes, 29 de noviembre de 2011

CARNIVOROS

Ocasionalmente nos olvidamos que los seres humanos esencialmente somos carne. Carne, sangre, huesos. Para combatir todo no tenemos cerebro, sino nervio. El nervio es esa parte dura que tiene la carne. Tan dura que nadie la quiere comer. Pero a mi si me gusta tragar nervio.
Dio esto porque el nervio es estirado y puesto a prueba siempre, especialmente en la muy triste vida de niños que no tienen padre. Y es que por más que no lo desean, esos niños son fieramente afectados por el entorno carnívoro en que nos encontramos. Mi padre fue hijo sin padre, abandonado por este en un pueblo perdido. Y mi abuela hubo de ser una mujer que transmitió la dureza de ser una mujer sola y abandonada en una educación al modo de veremos que pasa. No salio todo tan bien, de viejo se hizo alcohólico y no fue nunca suficientemente feliz.
Me imagino que sería de mis hijos sin padre. Primero no tendrían lo obvio, a quien abrazar el día del padre. Mi hija no podría rechazar a ningún hombre como me rechaza sabiendo que en el fondo es la niña de mis ojos por que puedo cometer cualquier locura a cambio de verla feliz. Ellos saben que para mi son un ingrediente incorruptiblemente positivo y pueden estar seguros de que donde esté, todos mis actos están asociados a lo que pueda ser de ellos. Por eso es que ahora me cuido más de los peligros, aunque sin dejar de arriesgar. Pero mi riesgo es el de un fórmula uno que va a mil con casco y pruebas excesivas.
Mis hijos nunca han dudado del amor que le tiene el mundo, y sospechado que pueda dárselo a otros niños que no a ellos. A decir verdad, es muy difícil o mejor dicho, imposible, que pueda tener un solo gramo de amor en la medida del que les doy a ellos. Son mi carne, mi sangre, mi alma. Sos míos hasta que les deje con sus alas por el mundo.
Uno quiere ser independiente. Si, pero cuando ha sido de alguien. Ellos son para mi un enorme poder, una caja mágica de ilusión, una bendición y más que eso. Una escena infinitamente cómica. Por que son también cómicos. Gozo de sus momicidades, de ver a mi niña armar con las tonterías que le traigo la mejor tienda de abastos que ningún niño nunca tuvo. Todo en miniatura. Mi hijo, que ya va creciendo, podrá de decir con el tiempo que el aún vio actuar a esa leyenda llamada Paul Mc Cartney. Creo que el podsrá escribir de ese momento cuando entramos al estadio de la U, tan monumental como su nombre, y el estallido. ¡Que form,a de ir por vez primera a un estadio! A ver a Paul Mc Cartney. Creo que fue una buena presentación del lado gandioso de la vida. Por eso es que ellos saben que soy grandioso. Soy un super papá. Un padre que muchos envidiarían y que solamente soy pro que me da placer ser así con ellos. Salimos a restaurantes bonotos. Vamos a comer chifa aunque mi nena solo pida Chi Jau kay. Mi hijo si es más variado en sus apetencias. Sea comida hindú, china o italiana, quedo encantado del sanguche brasilero que le hice ayer. Con un alto inimaginable de jamonada. Vaya que si le encantó.
Y a mi hija tardé tanto en conseguir ese conjunto de aretes. Todos bellos que atesoró con derecho en su almacén de regalillos que suelo hacerlo, ya que es la única dama en mi vida.
Ahora que me doy cuenta. La vida es carne, mucha carne, y la carne llama a la carne. Por que en la carne va el alma, la vena, la sangre. Y no es para nada anormal que uno ame solamente a sus hijos. Puedes mirar con ternura a otros, pero los hijos de uno son los hijos de uno y punto. Por eso es que yo no entiendo el valor de esas mujeres que pensando en que será fácil darles todo a sus críos, expulsan como si fuera un pedazo de mugre a los hombres que, la quieran o no, pueden ser un gran apoyo para darles eso que tanto necesitan los hijos.
Lo siento. Hijos ajenos … no garantizo cariño.

EL PERFUME

Intenté comprarte un perfume que te gustara. Cambié mis últimos reales, y quedé con algunos centavos que no servían para comprar un caramelo. Pero me equivoqué. Qué se de perfumes ni de dutty frees. Intenté comprarte el más caro que podía. De esas marcas de passarela y de CNN. Pero fallé y te traje otro. Me dijiste que olía muy mal. A axila de humana. Y mis niños vieron mi desilusión. Fue una equivocación completa quererte darte algo para que seas un poco feliz. Quisiste comer italiano. Y te llevé a un restaurante escondido que yo conocía. Suelo conocer en todo sitio los lugares caleta. Soy caleta. Estaba muy cerca a casa. Lo atendía un italiano de verdad. Pediste esa salsa amatricciana que probábamos cuando aún no me odiabas ni me abandonaras. Y yo pedí sorrentinos. No sé qué anduve intentando. Solo soy consciente de que me dolió mucho todo esto. Por eso, y cosa muy particular, pregunté a una brasilera en Brasil que significaba esa palabra sosihno. Me dijo, solo. Y así voy por la vida, solo y contento.
Se que debo de seguir. Esto solo es un momento en esa imitación de hogar, cuando puedo estar conmigo mismo, seguro de que pasará, y de que muchos amaneceres me esperarán. Es una pena por los niños, pero mi casa es una invasión perpetua de gente que no deseo tener cerca. La invasión viene de antes, esa idea de perder la opción de ser feliz en la vida.
Veo a mi hijo en el parque. Lo he bajado de la mochila. Así soy yo. Siempre me llevé bien con estas. Y siempre tuve cara de don nadie. Pero nunca fui en realidad una basura humana, como a diario me lo hacen sentir en casa. No.
Debo fortalecer mis huesos, mi alma, mi vida para poder seguir. Como cuando iba sin rumbo esa tarde en santos. No vi ni un solo lugar donde pernoctar. No me di cuenta de las ampollas de mis pies, ni de lo cansado que estaba. La tensión psíquica me impidió todo. Llegué a mi objetivo. Y eso me hizo feliz. Por eso estaba lleno de amor para volver a casa. Sin saber que allí me esperaba una guillotina y escupitajos.

DESEANDO LA MUERTE DE MI MADRE

Me acaban de informar que gozaba con la agonía de mi madre y que deseaba que muriera lo antes posible. No estaba enterado, pero sin duda ahora que lo estoy, me estreno como canalla, incapaz de tener el menor sentimiento bueno, y desde luego, no puedo estar calificado para amar a nadie.
No se, pero si a alguien amé a mi modo fue a mi madre. Y como todos, de vieja más que amarla la entendí. Y una forma de entenderla fue no tratándola jamás como ancianita. Ella no lo deseaba. Y por eso en su lecho de muerte me dijo "tu eres el único que me entiende".
Pero algo de verdad debe haber en la afirmación de la mujer que me acusó de no amarla. Pues hace años me sorprendió esa escena de La Peste, de Camus, cuando el Dr Rieux, si no me eqivoco, recibió con indiferencia la carta de Francia informándole de la muerte de su madre, a quien no veía años.
Por otra parte, hay cosas que debo comparecer sin falsedades ni arreglos: detesto a mi hermana. Y la detesto por culo estrecho, por cucufata, por poco valiente en la vida, y por culpar al que tiene cerca de lo que no puede hacérselo a si misma. Censora de mis polvos extramaritales, al mismo tiempo defensora de estos. Una miseria propia de los religiosos convencidos de tener, en el fondo y en sus manos, la potestad para actuar sea bien o mal.... en nombre de Dios, quien dicho sea de paso, no tiene nada que ver en estas miserias humanas.
Muchas veces he tirado piedras a la sociedad. Igual he escupido a gatos y alguna vez arrojé una hamburguesa recién frita en la cara de un tipo que me insultó gratuitamente. No siempre salí bien parado, pero sobreviví.
Pero sobrevivir me ha hecho un tipo duro. Estuve hace poco en el barrio Higienópolis en Sao Paulo con un periodista norteamericano quien me corrigió en mi creencia d que fue premiado con el Pulitzer. No. Fue premiado por sus cincuenta años de sobrevivencia como periodista.
No hablaré en concreto de la que me acusó de desear la muerte de mi madre, pero si de lo que le gusta evitar odiarse odiándome. Una criatura invasiva, metiche, condenadora de la vida ajena, y que no busca ser feliz.
Se que no es muy bueno lo que he hecho, pero en esta vida dura, los matices son mis preferidos, pero en este caso ella se ha encargado de alimentar una figura que no corresponde conmigo.
Hace un tiempo que me fui lejos. Dejé una maleta llena de dinero en la puerta. IYo estaba casado con una mujer que no se por que quiso tener hijos con el primer idiota que pasara y yo fui cortez.
Esta mujer decía que le falté el respeto. Antes de considerarla enferma, pensaba de que se olvidó que cuando pasaban los primeros de este amague de matrimonio, ella se declaró aburrida de acompañarme a ningún lado, y se fue derechito a su abandono, a su propio abandono. Nunca gozó de mi modo de vida, el cual malo o bueno, era mío, y sabía a lo que se metía, más aún porque ya era mayor que yo.
Pero parece que todo eso ha olvidado, y seguro a esto se debe su ingesta permanente de jugo de manzana. No debo decir más de ella, pero solo se que me odia, no se si desea mi muerte, pero no dudo de que en caso de fallecer antes que ella, donaría mi cuerpo para que sea sometido a experimentos de todo tipo, desde cortes jamonada de mi cerebro, hasta experimentos contra el sida, la tuberculosis. Seguramente donaría mis testículos para que los corten en mil pedacitos, y mis ojos los donaría o rifaría de haber subasta para esto.
Luego de esto, acariciaría su gato, y vería a Gisella en su soledad.
Me recordaría diciendo. “Ojala que te pudras en el infierno, lo mereces por que deseabas la muerte de tu madre”.

SAO PAULO 7 DE TU A TU

http://www.youtube.com/watch?v=uJKSR6W--TU&feature=related


Sao Paulo no me encantó, me fascinó.
Como desafío, como intento permanente, como bing bang organizado, me articuló hasta la mayor de las limitantes y triunfé como animal de ciudad. De tú a tú, monstruo a pesadilla, tico a edificio, descosiéndome en cada una de sus calles, esquinas y bares, ratoneando en los subterráneos, acomodando la vista en las entrañas de la ciudad, desde los elegantes cafés del verdeante barrio de Perdices, a ese bus que atravesaba esa calle elegante, estallando verdad, desenmascarando a ese más a su menos, un menos marrón y burbujeante de favela, ese otro yo de la ciudad, la que no se ve en las telenovelas, Brasil, todo lujo y sonrisa, también todo ira.
Pasaba la favela entre la calle Armani, la favela eran cabeza hartas, cortadas, con cuchillos y dientes, mitras y cuerpos torcidos por las ventanas, desafiantes, insultantes, un aquí estamos que iba a alentar al Corinthians, el barrio pobre de Sao Paulo.
La violencia, el amor y la muerte son deporte. Desborde y desborde. Pasaba la torcida y le seguía en plena avenida los gorilas policíacos. Tan duros como ellos. Tampoco estaban para caricias. La ley sacaba el músculo. Policía por las ventanas de las patrullas sacaban sus brazos con armas largas, escoltaban así a la mierda, a la masa humana que también es Brasil. ¿Injusticia No. Así es la vida. Y que no nos engañe Jesucristo. No, el no engaña.
Encantado de los desafectos, consideré decirle hoy a Supermán, que vive en Barcelona, que la vida es injusta, injusta y como diría Lennon happiness is a warm gun.
Tardé tanto para volver a escuchar esta canción o “en cualquier tiempo” que pregunto ¿No hay coincidencias? No, en absoluto. Todo parece programado, estúpidamente sincronizado y compuesto.
Pero más sorprendente de Sao Paulo me resultó encontrar a una Lauren Bacal bioquímica. Hermosa, fatal y bella. Segura de su inteligencia y sin ambages para estallar entre unos caipis de fin de jornada su verdad. Dijo que se hizo pedazos su vida, su amor, y que sufrió mucho. No quise ir más allá. Estaba esa noche medio Marlow.
Exitosa y consciente bebió unos caipiris de más, y vomitó un poco lo que tenía. Reía sin temores. Ya no quería ser bella. Solo ella. Se puso primeriza y me explicó que los TED eran esos que por una circunstancia única se salían del camino y terminan haciendo otra cosa que la planeada. Antes, me dijo, investigaba la trastienda de las células cancerosas. Lo hacía en Estados Unidos. No sé qué hacía allí explicando o promocionando lo que otros hacían. Tal vez porque así sería más trascendente. O es que aún vivía la estela de su derrota.
Caminé mucho por las mejores zonas de Sao Paulo, entré a los mejores bares y restaurantes. También a algunos no tan bonitos donde bebían cerveza y caipivodkas. Los brasileros no se hacen problemas con que la caipirinha solo debe ir con chachasa. Si fueran peruanos hace rato harían sour de vodka y otras cosas.
Ezse es el mundo, el intraducible mundo, la cantidad, la desproporción, la gleba, el planeta en su conjunto concentrado. Vamos al subte, lleva la mochola hacia adelante, me aconseja. Un arquitecto amante de Le Corbusier me dice, hablo un poco de español. Mi peruanidad me dice, ¿será homosexual? Miro a un marrón con su familia. Hay necesidad. No, para nada me dice que es de los extremos. Dice que de donde viene hay igual edificios. Pero se ve que su área es la favela.
Subo a piso 16 del gran hotel. No funciona el internet. No sé, se fue la señal. Abro la ventana, veo la gran ciudad. Todo es tan fútil. Estoy cansado, me voy a dormir.

lunes, 28 de noviembre de 2011

PENELOPE

Eres el olor más verdadero que sentí. La chica tonta que soñé. La chica astuta que no busqué. La mejor carta para el suicida seguro. La peor promesa para el inseguro, que más decirte sino que me siento capaz de conquistar el planeta, y un poco más.
Leo la dulzura en los ojos de mi hija, y me asombra encontrar tan pocas referencias que pueda garantizar una sola de mis palabras más allá de diez minutos. Pero cómo asegurar la certeza más allá de lo que vemos. Es que puedo compaginar la inocencia con la piel, dice la canción. El olvido es parte del presente, del amor, del candente flujo que apenas alumbra la caverna en la que nos encontramos, para hacer fiesta solo cuando es fiesta, y poner más caminos difíciles con confianza. Penélope sigue tejiendo. Sigue probando. Sigue estimulando el comienzo.
Nunca vi chica que más me encantó. Simétrica sin esfuerzo. Loca y segura. No eres lo que yo quiero que seas, sino el triunfo de lo que no deseo ver y es. A veces escribo en difícil, pero solo es mi alocución torpe, mi absurdo modo de ser original, mi casa volteada, mi perro sin correa, el corazón del caracol y el musgo que piensa en silencio.
Se que es inútil y la modorra y el péndulo tienen sus leyes. Tamborilea los dedos sobre la madera, y sonríe al ver a los tíos sentados tomando el café, murmullando sus triunfos idiotas y sus glorias ajenas. Entelequia, imaginación, falso despiste. No. Esto es verdadero. Y por eso te abofeteo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

UN DIA HERMOSO... SIN NADIE

Debo insistir en que es un día hermoso y soleado. Todo ha sido pacífico y comprensivo, como si el espíritu calmo y armónico de los manantiales se haya adaptado al trayecto natural de la vida de las personas, lo cual equivale a pensar en la ausencia de resistencias en las vidas, salvo aquellas que son necesarias para poder bajar la velocidad a donde te conducen ciertas emociones. Entonces el destino es claro y simple.
El tipo se sacó el sombrero para saludar a la vecina, se olvidó de su edad avanzada, y pese a que van dos cafés, ningún asomo de nervio acontece.
La inquietud, pues, ese nervio, molestia, o acorralamiento, o !carajo! !angustia! a la que se refería desde Goethe a Kirkegaard, parece haberse enraizado en una estancia rara, estática, quieta, propiciando el equilibrio y algo que no es felicidad. Afortunadamente esta falta de inquietud ha facilitado una ausencia de esa necesidad de tener un alter-ego con quien dialogar, o bien a alguien a quien clavar los cuchillos que uno tiene deseos de lanzar para exorcizar los demonios de la existencia.
Suena un tango en la cafetería y no hay Sinatra aunque si el New York New York instrumental. Ahora entiendo por qué no cantaba Chopin, pero más aún, ahora entiendo la sordera infinita de Bethooven. Quería estar solo.
Hace tiempo estudio a esa bacteria evolucionada llamada humanidad. Una de ellas es el taxista que de mala gana se detiene para robar el dinero a dos ancianos que a duras penas bajan por la calle Ataud de Cusco.
No le toman y me ve con mi mochila. saco la filmadora en secreto. Le apunto. Yo le doy tres soles por adelantado y le digo que me espere. Se que no lo hará. Se va, en efecto, como pensaba. Lamento no haberle dado tres soles más, pues era un experimento social sobre cómo funciona la mente en estos tipos despreciables que abundan en esta ciudad de peros. veo que nadie tiene responsabilidad en esta ciudad. Nadie.
La imprecisión, menos mal pienso, sigue vigente. No hay que apurarse para nada. Todo es demora. Días, meses, años. Eso propicia que el ritmo natural de la vida se de.
Es decir, suena la campana y todos fuera.
La actitud de NO SE PUEDE es generalizada. Y qué hacer cuando tipos como yo son mas bien proactivos y generan mundos, asi estos sean vistos como imposibles.
Tal vez debí estar ahora en Europa, pienso. Aunque allá hay otros problemas, desde luego.
Pero la imprecisión peruana no me molesta. Esa imprecisión hace a todos pobres y me propician una oportunidad.
Pero ahora hace paz, hace mucho silencio. La belleza se ha apoderado de todo, y aunque no hayan flores en el camino, hay un leve viento que adormece a la pendular espiga de la mañana.
Toda esta paz se debe, irónicamente, a que hace diez minutos estalló una bomba extraña y desapareció Machupicchu. En la ciudad de Cusco no quedó nadie fuera de casa.
Todos debieron abandonar la ciudad y meterse en esos refugios nucleares que hicieron hace tiempo los incas, confirmándose con esto que eran extraterrestres.
Y como temerosos del destino, estos ciudadanos, como indica sus DNI, ahora se abrazan, el director de un diario llama a su amante y besa a su mujer, el juez mira el dinero que robó sin saber que hacer, el presidente no se preocupa de los puntos que lleva por su tercera liposucción, el marido mira a su mujer y nunca sabrá que le hizo los cuernos mil veces y, en esos aciagos momentos, piensa en el chico que realmente ama y no puede llamar delante de el. No, ella se rebela y delante de él le llama a su amor. Sabe que son los instantes finales. !Quiero verte!, le dice. El marido, seguro de su mujer se da cuenta que nunca la tuvo en sus manos. Que nunca le amó, o dejó de amarlo hace tiempo. Mira a su mujer extrañado. ¡A quien llamas! es demasiado tarde.
En otra casa, en la del sacerdote, este llama a su hijo no reconocido. En el burdel las putas salen a tropel y el rinmel se les corre. Salen a la luz dle día. Llega la noche, el fin está cerca. Todos duermen en colchones puestos en el piso. No hay esa noche música ni otros ruidos, todos armónicamente hablan, susurran, musitan. Los amantes se besan infinitamente, el y ella cierran los ojos, se fusionan como queriendo asegurarse de que el espíritu mutuo es la base de todo. Luego todo acaba.
No pensé que la segunda llegada de El Salvador sea de este modo.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

TARDE VACIA

Alamo Day ha decidido romper con su pasado. Sin certificados de existencia ni de inexistencia, ha puesto en su lápida el rótulo “muero cada tres días”. Si viajo mucho, me dice, estás en muchos lados que pareces Dios. Su capacidad de relación es asombrosa y tendría una de las claves para terminar con la esquizofrenia, y lanzarlo a una enfermedad aun peor. Para qué más preámbulos, esta es la primera entrevista.
- Acaban de descubrir una velocidad superior a la de la luz, en el acelerador de adrones de Ginebra. Es decir, todos los cálculos, medidas e imposibilidades, así como magnitudes pensadas quedan en el pasado. ¿Qué entiendes por esto?
- Concluyo en que toda la física se derrumba y abrimos parámetros más allá de Hawking. La velocidad de la luz y otra más rápida existe en el cerebro. Si logramos que salga podemos pensar en viajes increíbles que la mente no imagina. La teoría de Hoawking dice que no se puede ir al pasado pero si al futuro, según Hawking.
- ¿Cómo llegas a esto?
- Es que no hay luz en el cerebro pero si logramos con un método más fino que el laser podríamos hablar de velocidades.
- ¿Qué te evoca La Herradura Beach?
- Estaban los más bravos campeones de tabla de Lima.
- ¿Que le preguntarías a David Bowie?
- ¿Por qué dejaste algunos hijos en Perú?
- Paso octubre y no falleciste. ¿Qué pasó?
- No, Juan murió el 15 de setiembre en el Starbucks de Pueblo Libre después de la última infamia de su familia. Pronto seré oficialmente Alamo Day y por añaduría mi hija será Romina Day. Ya me reinventé, no volteo cuando me llaman Juán. Todos me conocen acá como Alamo.
- ¿Cuando será la reconquista de Cusco por los limeños y extranjeros?
- Habría que ver si fue conquistado alguna vez. Los extranjeros ya la tomaron. La reconquista de Cusco ya se dio en lo económico, pro que si no los hay colapsa. Pero hay mucho limeño que se está quedando.N Y cuando pase será terrible.
- ¿Qué harán los limeños?
- Primero mejorarían el sistema de alcantarillado pro que el olor de Cusco es horrible y harían menos menos dependientes a lso cusqueños de Machupicchu.
- Que opinas de esa mujer d elentes co teléfono que está sentada en la mesa siguiente?
- Opino que debería haber una norma que impida gente que hable por teléfono por que se satura la línea.
- ¿Existe el señor de los temblores?
- En que escala
- En cada persona hay un señor que tiembra
- ¿En Chehade?
- Hay una procesión de fieles del Señor de los Temblores.
- Cómo vencer el sueño.
- Tratando de no dormir más. Además nadie ha muerto de insomnio. Además mueren menos neuronas, pues mientras más duermes más neuronas mueren.
- ¿Crees que Michell sería corrupta en caso de tener cargo público?
- No, todo lo contrario.
- Donde está el alma del monstruo de Armendaris
- En las pistas. Porque él no fue el asesino. Lo acusaron solo por estar vestido de la misma ropa.
- ¿El maldijo al Perú?
- A todo lo que comienza con A. El solo compró un chicle y lo acusaron por tener la msima ropa del niño asesinado. Quien no tiene un jean igual. Lo fusilaron.
- ¿Javier Diez Canseco habría apoyado la revolución comunista de Gadafi?
- Claro. Por supuesto.
- Algún día se legalizará el sexo con animales?
- Según Miguel Bosé sí.

lunes, 31 de octubre de 2011

LA CARTA EQUIVOCADA

Por equivocación llegó este mail a mi bandeja de entrada. estaba harto del feriado y empecé a leer. Considero justa su publicación.

Jane
En esta batalla no hay banderas blancas. Los trapecistas hacen sus mortales sin malla, los cascos de papel no están para resistir esas balas. ¿Misrata es tu casa?
Pero te ríes como si el amor te hiciera inmaterial e invisible. ¿Es que te volviste loca? Los perros de Gadafi están abrazando niños y tú les disparas. La fe en el amor te ha atrofiado, una fe para mi extraña. Tú la tienes, no te caen balas.
Más allá de tus cálculos precisos, de tu ajedrez en el que ya lo tienes todo resuelto, ahora te das cuenta que esto necesitas. Cualquiera te diría estás loca, te pasaste de obstusa y fresca. Agáchate carajo.
Pero no solo hay que ver eso. Tu cruzas ahora los semáforos en rojo. Antes no. ¡Que te pasa! Te gusta estar en Misrata. Yo vengo de Yemen. No somos sirios, tampoco albaneses. ¿Quién eres?
La estupidez lo ha rodeado todo. Las calles están deformes, no es escuchado ningún tema en todo el día, me haces sentir diferente. Dame una. Si quieres que sea así, exactamente como tú quieres. Me da la gana de ser, pues. Y no me haz convencido de nada. Ríes. No, no lo haz hecho.
No se cuál es tu propósito ni cómo así tu corazón pudo posarse sobre este sujeto de aventuras en quien jamás yo apostaría para amar. Nueva York es tan frío.
Me haz dicho la verdad y me haz sobrepasado en todo. Te haz atrevido a decirme perro sin dueño, sin collar, me diste lo que más apreciabas y te fuiste hasta el fondo del infierno por quererme. Pones en peligro tus planes, tu familia, tu religión, y me abrazas como si este hombre tuviese algo de la fuerza de Dios. Me aburre imaginar qué será. No lo sé. ¿O es que alguna vez debí escuchar al otro?
Se que es raro esto, no se cómo valorarlo. No me explico casi ni quien soy. Cada acto tuyo se dirige a borrar todo lo que yo pienso y no pienso del amor. Estás destruyendo todo lo que he hecho al respecto, y me quieres capturar como si la vida fuera una fotografía. Juegas y me atraviesa tu irresponsable amor. Sabes que soy irresponsable conmigo mismo y te aprovechas. Me descubriste y te metiste para picar mi imperturbable forma de ser. Y soy imperturbable, es cierto, pero carajo, es feriado y pienso en tus cabellos cortos, en tu piel morena, en tus engaños y en que te vas a casar con ese chico que tiene la mitad de tu edad. Estás loca. Se que deseas que el joven sea tu gerente, pero yo te acuchillo a cada momento y de digo las inconveniencias de encerrarlo, si es solo un muchacho con ganas de fumar su troncho y vivir lo que no vivió.
Jane. Me aseguraste que no sabía donde iba, y tienes razón, no tengo la menor idea. Soy consciente de que normalmente la vida no es así. Hay cargas y AMORES que cargar, gozar, apreciar. Entonces se que no debo preocuparme por los estatus que he de tener en tu vida. SI mas arriba o abajo que el otro.
Me encanta cuando calculas, cuando sigues la estrategia, y cuando te pones tu casco azul, como si no debiéramos permitir que esa franja entre Siria e Israel la atraviese ni la más mínima mirada. He visto tu cinismo y cómo has luchado por que no te quemen las aguas. Me has dejado asombrado cuando tu, misión de paz, disparaste a ambos lados al menos peligro de invasión. Uno no ataca todos los días con un Patriot a un avión de esa armada. Lo has hecho comandita, y ahora me dices que es por amor.
Se que no quieres dañar a nadie, que es mejor la diplomacia, pero de Matahari que va a ambos lados no se, como que no te cae, sobre todo con tus incomprensiones a lo que muchas veces te digo. A lo mejor ni entiendes una palabra de esto. Pero mejor, se por que te pongo esto en la cabeza, singular ardilla.
Lo cierto es que me diste tus piernas, como dice la canción, y las llevaste a la deriva. Y me permitiste darte el mi más profundo, y lo abrazaste con codicia, propiedad y ternura. Eso no lo puedo olvidar.
Te preparé la trampa que esperabas que haga. Y fuiste a perder tu moral, a cambio de que, no lo puedo creer, de que fuera esto más indisoluble.
Me dices una verdad terrible, como si supieses que mi seguridad es más fuerte que todo. Y eso me hace sentir de alguna manera más hombre. Y me obligas a hacer lo mismo con mayor urgencia.
¿Qué mundo de fantasía estamos haciendo real? ¿Por qué hacemos realidad lo que parece una burla de la realidad? ¿Por qué todo esto?
Eres una romántica pegajosa, una snicker bajo el sol, una canción que detesto, eres simple y constante, devota y dulce. No estuve jamás preparado para ti.
Dudo mucho, todo el tiempo, pienso, especulo, calculo y determino lo mismo. Que nada cuadra y que si empiezo a unir las aristas no llegaré tampoco a nada.
Pero lo extraño es que avanzamos, más y más, seguros, y para que dure ponemos el pie en el freno aunque nos astille los talones. Y vemos que hacemos una profusa matemática de la atracción, le ponemos logística, entrenamos nuestras apetencias más inseguras para no marcar el teléfono en el momento roto, cuando estás en otra existencia.
Se que esto pasa en un momento particularmente raro, cuando unos tipos en Ginebra han hecho pedazos la idea de que la mayor velocidad era la luz. No, no había sido cierto. Hay unas sus partículas más rápidas. Es decir, todo lo que se calculó a la medida de la velocidad de los fotones ya no sirve, no es definitivo, todo habrá que reformularlo. La información será más rápida y otros láseres saldrán. Igualmente nuevas ideas aparecerán sobre la desmaterialización y el viaje hacia lugares distantes. Aparecer y desaparecer estaba probado que no era posible. Ahora nuevamente lo imposible es posible. Como tu, ardilla erótica de constantes decisiones, secuestradora de mi dureza, mujer de canciones tontas –me encanta cuando dices con tus actos a mi que me importa y sigues- y mirada limpia.

Pet
London

EL DR SEXO

No vale la pena juzgar a las personas. Eso aprendí en ese pueblo caracterizado por sus fiestas y vagancia general izada, donde cualquier trámite en el municipio, por más sencillo que sea, una fotocopia, sello o visto bueno, podía demorar meses, años sobreviviendo incluso a la muerte del solicitante.
Y precisamente la otra vez que me encontraba allí, tenía la urgencia de viajar al extranjero y me aconsejaron por teléfono evitar problemas en Migraciones con una vacuna contra la malaria. De lo contrario podían negarme el ingreso a aquel país.
Mi viaje del pueblo a Lima sería muy rápido. Llegaría y apenas tendría unas horas para viajar a Brasil. No habría cuando ni cómo vacunarme con las colas que suelen haber en los hospitales de allá.
El pueblo donde me encontraba era bastante particular y, como se figurarán, festivo. S un pueblo donde vería luchas sociales en la mañana y en la noche una gran fiesta.
Recurrí a un amigo que vivía en aquel lugar, quien tenía algún poder conferido de su actividad como periodista, y quien a lo mejor-pensé- me podría ayudar a resolver el problema. No me dijo ninguna negativa, por el contrario, estuvo dispuesto a ayudarme.
Fuimos juntos al hospital, sin ninguna urgencia, o acaso con una seguridad extraña, a ver qué se podía hacer.
El clínico al verlo llegar saludó a mi colega y, luego de bromear acerca de los culos de las ciudadanas y ¡qué fue de tu vida!, descubrí que era algo así como el director del hospital.
Su bata blanca, bigotitos negros y espesos, anteojos modernos, actitud de mujeriego, y mirada esquiva a cada mujer que pasara, me hizo pensar en que se trataba de un buen tipo y sin hipocresías, lo cual no quiere decir que no se haya matado al menos a cinco pacientes, pues el hospital era una maravilla por la falta de equipos y un dudoso heroísmo.
Al pedirle el favor de ponerme la vacuna, el médico fue diligente como un suizo en alerta, y llamó de inmediato por el celular a su adjunta, quien apareció en segundos. Era una gorda de cabellos negros y rizados que, según lo distantes que estaban sus codos de su volumen, tenía algún puesto de autoridad.
-Dr. El problema es que tenemos la vacuna, pero no disponemos en absoluto de los requisitos médicos para suministrarla- informó el panzer.
-¿Y cual es el problema?- Preguntó suavemente el doctor que dejaba relucir en uno de sus dedos la marca de su aro matrimonial escondido en algún lugar.
-Es que si abrimos un frasco, su contenido solo dura ocho horas y debemos tener al menos una decena de personas con la misma necesidad de vacunarse.
Cuando mi amigo preguntó si habían problemas. El doctor cerrando de lleno los ojos y con una ademán de tajante negativa que hizo con las manos sentenció.
-No hay ningún problema. Haremos una campaña de salud-.
Pensé en que el doctor había perdido la razón. Yo estaba semanas tratando de cobrar un cheque que todos me querían pagar en ese municipio, pero no salía por trabas burocráticas, fiestas por santos que solo existen allí, por cumpleaños diarios, y otras actividades extra laborales,de tal manera, que escuchar eso de haremos una campaña de salud me resultaba absolutamente imposible , demagógico y hasta ofensivo.
Pero me equivoqué. A los pocos segundos escuché.
-Organicemos la campaña.
-Dr. Pero vendrá mucha gente.
- Idearemos algo para evitar las colas innecesarias- Aprotó el doctor.
No podía imaginar cual sería la campaña. Vi entrar al nosocomio a un mototaxi de esos que abundan en la India. Luego de una rara negociación con el mismo director que sacó de su bolsillo un billete de diez soles, lo vi cargar al chofer un enorme megáfono el cual apuntaba al exterior.
Luego, salió la moto con el chofer gritando ¡atención, campaña de salud contra la malaria, acuda a nuestro centro médico de 11 a 11 y3 de la mañana.
Eran las 11 y 1 minuto.
Entonces me llamaron.
-Señor, se abrió la campaña, pase.
Me levanté la manga. La doctora fue extrayendo con la aguja la vacuna, y mientras eso hacía el director del hospital le miraba el poto, y claro, también mi amigo, el más influyente periodista de la ciudad.
Entonces noté que habían varias personas llegando a la puerta del hospital, sobre todo mujeres humildes. Pero luego de que pasaron las 10 personas, escuché una voz del guachimán decir.
-Señores, la campaña se cerró.
Cuando tuve la vacuna y mi certificado que cualquiera pudiera falsificar supuse que mi impresión sobre aquel pueblo era la errónea y no se por qué pensé en que el director del hospital podría haber sido o un magnífico ministro de economía o administración de burdel.
Cuando caiga por algún latrocinio, sin duda tendrá en este periodista un amigo que le sacará las castañas del fuego.

domingo, 23 de octubre de 2011

XFV NEUTCOTMESCONIBLETZ

El error 99 es aquel sonsiderado indeterminado, que la computadora de la cámara Canon 30 D que no sabe por que se produce. Justamente este error figuró en mi panel y fue cuando comenzó el proceso más extraño de los últimos tiempos que me llevaron a la conclusión de que la verdadera virtud es ser un tipo defectuoso, una paradoja que debo aceptar a contrapelo y sin miedos.
Debía de viajar el lunes y no disponía de tiempo para muchas cosas, entre otras, para reparar mi cámara con la que debía hacer muchas fotografías en un trabajo en los confines del país. Fui a casa de un amigo fotógrafo a pedir ayuda. Él estaba un poco disconforme de que me meta en sus fueros y ganara plata haciendo lo mismo que él: fotos, bueno, además de escribir noticias, editar, diseñar… Me había vuelto un pulpo pues la plata no daba con un solo oficio y lo peor es que cada vez lo hacía mejor.
Es que la verdad es que últimamente han aparecido demasiados fotógrafos. Pero como buen amigo y bromista, mi amigo pasó por alto que tras convertirme en fotógrafo prescinda cada vez más de sus servicios e igualmente me indicó que conocía un tipo que era muy bueno arreglando cámaras de periodistas. Me guió hasta el lugar donde era su taller, donde de paso llevó sus reflectores para una reparación, pues pronto tenía que hacer fotos para propaganda de un banco.
Cuando llegué al taller, a dos cuadras del jirón de la Unión, me llamó la atención que quedara en una galería en desuso, o digamos una que alguna vez fue un centro de tiendas de lujo, pero que fue abandonada para reemplazar sus antiguos restaurantes de categoría y sus tiendas de moda, por sex shops con escaparates semivacíos que debían llenar con las cajas vacías al costado de su contenido de penes de silicona, vaginas artificiales, cansones sexis, cuando no por centros de venta de materiales de uso odontológico y alguna que otra cachivachería.
En el segundo piso estaba su taller. Aparentemente el técnico había salido a almorzar, pero me gustó mucho que contestara el teléfono celular y esté dispuesto a seguir trabajando en mi cámara porque dijo a mi amigo que estaba en un restaurante cercano.
En efecto, allí estaba con un plato de pollo frito y arroz a la jardinera. Su aspecto era limpio, algo atlético, y de modales correctos.
Nos sentamos a almorzar y el sin pérdida de tiempo pidió la cámara para ver que tenía. Era un problema que seguramente él había visto mil veces y me aseguró con aplomo su pronta solución.
Una vez tuve un problema con una cámara en Alemania y la debieron de mandar de Freiburg a Hamburgo, para devolverla a los 10 días.
Mientras almorzábamos tuve la idea de comentar que las mujeres eran unas molestosas con quienes el diálogo si no era imposible implicaba mucho sacrificio, salvo que uno esté enamorado de una de ellas.
El intervino con el mismo aplomo con el que se refería a lo que tenía mi cámara Canon.
-Hay que saber escucharlas.
Me di cuenta que el tipo era alguien que no tenía mis problemas. Pero prosiguió.
-Cualquier problema se puede hablar. No se puede tirar el plato al piso ni estallar en gritos. No.
Acto siguiente me propuse contrarestar esto diciendo que el tiempo, el trabajo, la necesidad de expandirse uno en sus propios prados, sueños o emociones, a veces alejaba a uno de las obligaciones familiares.
Para que dije eso. Me interrumpió con esto.
-Para mi no hay nada que pueda impedir conectarse los domingos completamente con la familia. Mi domingo es de ellos. Y me divierto con mis hijos todo el tiempo. Salimos, vamos a comer, hablamos de la vida, somos felices. Yo tengo el orgullo de estar casado desde 1994 con Dora y hasta hora pienso que estamos bien. La separación es un acto de madurez y el suicidio un fracaso que no podemos permitirnos de ninguna manera.
Pensé que el tipo estaba completamente en desacuerdo con todas mis ideas, pero por si acaso, optó por no contradecirlo porque a lo mejor, por cada cosa que le diga a un hombre dogmático como parecía ser, me podría cobrar más por reparar mi cámara, o en todo caso tomar una represalia, cuando ya no había decidido hacer, desde el punto de vista que ya me había presentado como un tipo defectuoso que solo sabe pelear con las esposas.
Pero en verdad escucharlo hablar del hombre, la familia y el cómo así se pueden solucionar los problemas que para mí eran imposibles de resolver me convencí que el tipo era un mago de los laberintos.
Cuando entramos a su oficina, por cierto bastante desordenada, tenía miles de piezas de cámara a medio armar. A mi amigo le impresionó sobre esa mesa verde encontrar un electroimán de forma circular atestado de tornillos minúsculos y perfectamente alineados hacia adentro y la cabeza afuera como si se tratara de un raro arácnido del mañana. No podía figurarme cómo así podía armar y desarmar cada una de estas piezas. Entonces me convencí de que era un sujeto de algún culto.
-¿A lo mejor haz ido a escuelas de padres?
Por supuesto, y allí me he encontrado con todo tipo de parejas y personas. Mujeres que se quieren suicidar por que se separaron, parejas que se odian, otras que se aman, infieles arrepentidos. De todo.
Cuando terminó sentí respeto por un tipo que pensaba decididamente distinto a mi, pero que sostenía sus ideas con cierta determinación que explicaba una vida metódica, algo buda, zen, o por que no, cristiana en alguna variación fundamental, quizás esenia.
No quise ahondar y me quedé convencido de que era un tipo forjado pro la vida y encaminado a diferencia mío en la virtud, la comprensión y la buena voluntad.
-Son doscientos soles, el problema es que se ha roto esta parte –me señaló- y no hay contacto. La desarmaré.
-Querrás un adelanto- insisto.
-Sí.
-Cuanto- Pregunté.
Me imaginé que diría un veinticinco por ciento a lo mucho.
Y comenzaron las contradicciones. Me pidió el cien por ciento.
Cosa rara, le di. No podía dudar de él. Además me lo había recomendado un amigo que, ahora que lo pienso, tenía fama de ser un desastre.
-Estará lista mañana a las 2.00 PM. Pero mejor llámame porque no vaya a pasar algo.
Era viernes, mi amigo me llamó diciendo si estaba listo, y le informé que estaba tan ansioso de ver mi cámara reparada que ya estaba encaminado. A la 1 y 20 min de la tarde recibo una llamada del asceta experto en ser feliz. Me pidió que le diera tiempo hasta las 6 de la tarde y que hasta me llevaría la cámara a mi casa. Cuando le llamé a las 6 de la tarde escuché su voz. Estaba completamente borracho, super borracho, quien trató de disimular su estado diciéndome.
-De todas maneras te enviaré la cámara, no desconfíes, dame treinta minutos.
Nunca me mandó la cámara, esperé por gusto, y comprendí que era un borracho terminal con doble personalidad que si arreglaba cámaras era porque él era, en cierto modo el positivo y negativo de las fotografías que solo pueden ser reconocidas en el papel.
El hombre virtuoso, intachable, incapaz de cometer una infracción, trató anárquicamente de convencerme con una llamada de que cumpliría. Pero al llamarme ya tenía el gusano del vicio en el interior, como si algo lo tomara de los testículos, lo gobernara y arrastrara, como negativo Kodak, Fuji o Cartavio, a un cuarto oscuro, donde en una atmósfera de químicos y confusas luces rojas, se daría el ineluctable pero a la vez asombroso proceso de su revelación.
No me sorprendería que más tarde se convierta en mono, o en una bestia rara muy veloz que salte de los postes y se estrelle con las paredes, las atraviese y devore niños. A lo mejor, quien sabe lo que pude haber en un tipo que arregla con tanta destreza e irresponsabilidad las cámaras de fotografía de los que sueñan algún día hacer con él la fotografía de su vida.
Cuando me entregó la cámara estaba muy raro. La probé en el espejo para captar su cara, y cosa extraña, no apareció su reflejo aunque si unas extrañas letras diciendo un raro mensaje que no estaba en la pared pero que si aparecía en el espejo: XFV NEUTCOTMESCONIBLETZ
Al darse cuenta de que lo sabía todo -no se aun que pero se dio cuenta- me explicó que esto se debía a unos factores cromáticos que no entendí pero fingí hacerlo.

LIBRE

Nunca me digas que eres una chica linda, mejor si eres linda y no te das cuenta. Nunca me mires con los ojos fuertes, ni secos, ni con acero. Mírame con amor y sin admiración en la playa, como si la adolescencia floreciera, sin secretos para ti, sin negativas ni disfuerzos para mí.
No pongas mañana al hoy, deja al devenir decir, yo puedo, y compaginar la inocencia con la piel.
Quiero echarte bronceador para que no te queme el sol y buscar los contrastes entre la arena y el cielo azul. Verdaderamente quisiera que te pongas tus lentes negros y sonrías mirando tus rodillas huesudas.
No quiero que seas brillante ni yo impresionarte. Mis huesos pueden estar en paz con la simple intensidad de hacer lo que nadie se atreve. Nada de glorias, nada de heroísmos, nada de valentías innecesarias. Solo astucia, eso sí. Una astucia tan fina como el fuego lento cavernícola.
Nosotros estamos en la pared, estampados de reflejo. Y no es que no sea mundo real. Es sino esa variante donde solo vamos a tientas de la mano y sin fingir falsas seguridades. Verdaderamente estoy asombrado como un helado en verano frente a la avenida llena de autos y gente que achica la cara incómoda por los rayos del sol, pese a que son filtrados por las ramas de los árboles que dan algo de frescura al ambiente.
Cómo me gusta tomar un café al mediodía en verano. Y vivir en paz, como en cualquier planeta. Y no escuchar claro de luna sino balancear, no escuchar, balancear, como u titán que ha engañado a la gravedad y juega con la inercia para lanzar rayos de poder donde nadie cree.
No más una diosa, ni un dios, solamente dos idiotas cometiendo torpezas con la seguridad de Magoo, el ciego que siempre llegaba a buen puerto.
Finalmente quisiera algo: no te arruines en las torpezas del destino, entiende que me quedé hasta las 4 de la madrugada viendo el campeonato mundial de moto y que el Dr Rosi casi cae de la moto.
Todo bien, todo suave, moviéndose en los claroscuros de la vida, comi si en uno esto ya fuera ciencia.

viernes, 21 de octubre de 2011

EL PODER VIENE SOLO

Ha salido el solcito de octubre en Lima, mientras el Europa bajó la temperatura de 30 a 14 grados en una semana. No se cual es mas real una caída o una subida. Lo que si es cierto es que estoy en caída aunque sonrío y voy tirando a fuerza de necesidad de vivir. Voy dándole oportunidad a eso que pocos, se decir no, perturbar, subvertir y joder. Lo que nadie se ha dado cuenta es que esto funciona. Si sirve. Siempre detesté los grupos terroristas, los sufrí en los 80, pero no cabe duda de que eran efectivos para mandarlo todo allí abajo, exactamente a un lugar de pueblo libre donde el viejo Peugeot de la familia, con las llantas bajas y los asientos como una sala de los chicos del barrio eran testigos de una juventud sin mañana que no podía tomar en serio nada, absolutamente nada.
Pero, cosa más que extraña, yo era ya un subversivo de la vida,q ue con algunos años más, remasterizado, mejorado o empeorado, suelo decir no a muchos, síntoma de inmadurez. Pero con la necesidad de no perder, suelo decir no, cuando el que se molestará mno sabe que ya lo tengo cogido de las pelotas para cualquier movimiento que pretenda hacer por mi osadía de joderle en su ego equívoco.
Suelo ser un subversivo con muchos seguros, lo cual no me quita el riesgo de andar sobre brasas de fuego y disimular la sonrisa como si acabara de dormir mis 8 horas sin problemas.
No cabe duda que hay muchos que me pueden dar la lección, normalmente son mujeres, la vida o la muerte. Eso es inapelable. Por eso los Beatles sabios se aseguraron con Im the loser.
Lo soy en muchos sentidos. Especialmente en tratar a la gente.Soy aunque no lo parezca distante, introvertido, asustadizo como si las olas del mar me fueran a coger por lo que corro sobre la arena para refugiarme en las piernas de mi madre.
Pero aunque estas redverberaciones vengan como sinema verité, soy uno de esos tipos duros con quien debes tener cuidado, mucho cuidado. Se hundir el puñal y enfrentarme al abismo. ¿No te parece que eso es algo? Si pusiera eso en mi currículum sería conveniente. Pero a lo mejor no lo entenderían muchos, lo cual le restaría esa conveniencia para convertirme en cok, peligro, no necesario para el orden.
Pero escribo por si acaso, por si las cosas no salen tan bien. Ultimamente he andado corriendo, demasiado, y eso me hace bien. Las endorfinas que arranco de esas pesas me enfrentan a mi pequeñez. Pero aun así me ven un poco grande. Soy un maldito defensor de mis ideas.
Pero no he dicho aun lo otro. La tristeza se extiende en mi con la playa atravesada por el tipo del Mercedes Benz. Es prístino el día, debo sonreír para mi hija, para mi amado Sebastián, protegerlos de este mundo al que lo dejo tranquilo mientras no me moleste. Pero últimamente me he dado cuenta de algo. De que a estas alturas de mi vida, no es muy conveniente para el mundo molestar a este pastor que no quiere nada, ni dinero, ni poder, solo paz, y que si algi perturba esa paz, de pronto aparece un monstruo de siete cabeza que no quiero del todo olvidar, porque aún debo defender a esos chiquillos a quienes que ya estoy enseñando a esquivar las balas.
Si eres alguien que quiere encontrarme, te prometo que te sentiré mucho tiempo antes. Tal vez no hacer nada te inquiete. A estas alturas de la vida considera que puede que no todo lo tengas controlado. Pero a ti , especialmente a ti sí. Y lamento esto, que te sientas tan invadido, pero en verdad cometiste un error al cruzarte por mi camino.
Lo que lamento es que este estado de guerra , tal vez de cuando Lima era una ciudad bombardeada, me ha dejado ese trauma de buscar la paz. No quiero la guerra, pero Hobbes, Hobbes, parece que tenían mucha razón.
Cómo defenderse de la multitud, cómo atravesar la calle sin que nadie te conozca o te quiera conocer. Cómo esconderse en el gentío. Cómo no usar camisa amarilla en un mundo de camisas grises. Cómo.
Hoy alguien se equivocó conmigo. Tuvo una idea equivocada. No sabía que los aristocráticos d ela vida nos conducimos por eso que le decía a mi Tián. Por la razón vital. No todo es tan positivo, en realidad poco es positivo, en sentido científico. Mi razón histórica es otra. Vengo de un mundo bombardeado en muchos sentidos… y solo busco la PAZ.
Es posible que no la encuentre. Y deba seguir moviendo los hilos. No es tan difícil. Eso me ayudaron a entender unos israelitas. No soy más el mariscal de campo. Quiero ser un espectador en el estadio, pero no se por que a veces me veo en la necesidad de ordenar el mundo. Tal vez mi amigo Paul tiene razón en decir que me gusta el poder. No sé. A veces como dice Alan…. viene solo.

miércoles, 19 de octubre de 2011

REUNION CON TRAVESTIS DE FAMILIA

I
Últimamente he tenido pocos momentos de amor. Y el desamor se me nota en la cara, en la actitud, en la forma como vivo entusiasmado en exceso con lo que suelo hacer al extremo de no percatarme si una venus me circunda. Parecería que no me importa una caricia, una mirada amable, un “alto chico que estás haciendo”, were are you going.
Las mujeres son especialistas detectando y buscando posibles chicos que les den respuestas que solo buscan por aburrimiento. Pero yo, sea por experiencia o pro que tengo un teflón más o bueno que me defiende de ellas, no hago caso en sus impulsos para salir del aburrimiento de la vida estable que, curiosamente, buscan con desesperación.
Si alguien inventó el método, fueron las mujeres que son regulares hasta cuando menstrúan, siendo objeto de alarma esos retrasos de los que bromeábamos cuando una amiga me decía que estaba preocupada. ¿A si? Le respondía, ¿algún retraso?
Me encantó la otra vez cuando mi amigo Paul me explicó que por más vividos que seamos los hombres a veces somos unos retrasados mentales cuando elegimos a una mujer.
Y desde luego, yo a esto añado la frase de mi fallecido amigo jean. “Las mujeres son lo mejor y lo peor de la vida”.
El abandonó a su mujer cuando era un anciano. Tenía cáncer al estómago y la dejó para conocer China e India a fondo. Me invitó una vez a un viaje a Galápagos. No dejamos un hueso sano a este género que nos parió. Y me reconocí como lo que decía Porras Barrenechea “un buscador de islas legendarias y razas de gigantes”.
A estas alturas de mi vida soy, de hecho, un aventurero de mil puertos y mil mujeres, lo que no me convierte en Casanova ni mucho de eso.
Mi amigo Álamo Day me decía que antes las llevaba a la cama, hoy las invitaba a cenar, las entretenía entreteniéndome en noches de intercambio y nada más, como si llevarlas a la cama fuese un doble filo que me atravesaba como garfio a la ballena.
Tal vez es cierto, he aprendido a amar la libertad, por lo que detesto la invasión de las mujeres. Esa que surge cada vez con más naturalidad cuando se empiezan a compartir cosas. Sé que moriré como un perro abandonado, que no tendré, a lo mejor, a ninguna que me pase el trapo por la frente. Pero vale la pena no vivir hipotecado a cambio de esto, en mi ley, sin esperar demasiado de la gente. Solo lo necesario… si es que fuese posible.
La otra vez hablando con una mujer me preguntó que buscaba. Comíamos algo de comida hindú. La dueña del negocio parecía muy entusiasmada de verme ¡al fin! Con una dama atractiva y delicada. Le respondí. Lo que busco es paz. Sé que soy en muchos sentidos un desastre, pero si puedo encontrar paz y belleza, o al menos unos cuantos decibeles menos que los que suelo escuchar de las mujeres, a lo mejor estaría bien. Sé que ella me estudiaba. Pero añadí- Eso es imposible. El proceso es así. Primero te enamoras, la ves maravillosa, incomparable, crees que puedes ser fiel, hasta que te rompe el encanto algún aspecto de su realidad que con concibes. Luego vienen las otras cosas, el hartazgo que generan los mismos olores que a un principio te encantaban, y seguramente uno produce lo mismo en ellas, y ya, se apaga lo que fue un tórrido romance, para apreciar la libertad. Y nuevamente aparece otra, y otra, hasta que decides con la menos indicada hacer una familia que por lo general, en estos tiempos, es un desastre en el que la mujer si es mayor que tú te culpa de haberle impedido amar a otro hombre que si es un caballero.
Pero no seamos injustos, no es solo una mujer la que tiene estos atributos que pueden convertirla en fatal, sino es un colectivo, como si las mujeres emancipadas de estos tiempos hayan ido a la caza de hombres con cuchillos, para intentar demolerlos por los millones de años de dominación.
Es un hecho que los hijos en el plano genético están confundidos por este acto de progreso y degenere a la vez. N o más hay madres, no más hay ternura, no más hay eso que todos los hombres buscamos. Mujeres.
II
Fui a la reunión de “padres” de familias y solo había doce madres. Todas, o la mayoría, eran horrorosas. Cada quien quería demostrar que tenía más dinero, más seguridad, más espíritu práctico. Ninguna me dio las garantías de que podría darle un trapo mojado a Cristo cuando estaba en la cruz. Por el contrario, muchas tenían mirada de carnicera afilando cuchillos ideales para rebanar personalidades, donde, y esto es una arbitrariedad mía, lo acepto, cada quien me parecían más desesperada por el inminente arrugamiento de su poto, que por el clarísimo estreñimiento mental, del cual desde luego, eran inconscientes.
La líder opacaba a las demás. Era una cara flaca, de risa burlona, y timbre en voz de mando. Era un travesti. Estaba con casaca de cuero, tacos, y actitud de muy apurada, como si no se diera cuenta que Ms Obama a lo mejor dispone de más tiempo que ella para los chicos. La miré y pensé en Chiang Ching.
A exigencia de mi hija fui a la reunión. Cosa extraña, cuando llegué me enteré que era para ayudar en las tareas a los chicos. En el fondo era una competencia por quién hacía la mejor presentación de una región del país. En el caso de mi hija, la región elegida fue Ayacucho. La presentación consistía en un stand de muestra con cosas representativas de esta región.
Lo primero que pude darme cuenta era que nadie, es decir, ninguna de las madres conocía ni por asomo Ayacucho. Fui cruel al preguntarlo, lo reconozco. Pero me parecía importante y necesario preguntar lo que me parecía.
Luego, al leer las reglas de la exposición feria, comprobé la chatura con que concebía el colegio y las madres la presentación del departamento del país que más sangre vertió en los últimos años. Pensé que qué para estas mujeres que seguramente con buenos recuerdos de esos días por que podían follar en medio de los apagones en los parques, todo el trauma de vivir en medio de bombas, destrucción y muerte no sirvió de nada. Todas, como diría Peter Nadas, padecían de la indiferencia de los europeos ante la II Guerra Mundial.
Lo olvidaron todo, la amnesia las consumió, y ¿Qué es lo que pensaban presentar de Ayacucho? artesanías, platos típicos y una danza.
Pero, y aquí mi asombro, lo más importante para la líder, que a mi entender está llevando al suicidio a su hija, era contratar a una diseñadora de maquetas, que era su hermana, para en ella se pongan postales y “cosas así” de Ayacucho. Todo a un módico precio. Es decir, no solo nos estaba arrinconando para que paguemos por que otra persona le haga el trabajo a nuestras hijas, sino que debíamos pagar por eso.
Resumen, lo que entendía por exposición era pura forma, nada de fondo, cuando Ayacucho es a lo mejor el resorte que nos llevó a la desgracia, pero ahora a u a precaria pero evidente opulencia económica.
Tuve que hablar y decir que con ese pensamiento estaban volviendo inválidos a nuestros hijos, recordé que los niveles de apreensión de los peruanitos era el más bajo del continente, mismo Haití, y que nadie leía nada en casa.
Naturalmente trataron de silenciarme cambiando de tema, cosa en la cual la madre de mis hijos es exacta. Pero proseguí, y conseguí que me encargue de hacer un resumen de lo que yo entendía “ya que tanto se” de Ayacucho.
Así es que haré ese resumen, donde me advirtieron que me ciña a las indicaciones del colegio.
No seré tan formal, pero de hecho haré un resumen muy interesante. Para niños, dije, es decir… para las madres.

lunes, 17 de octubre de 2011

ENTENDIENDO AL TIO DE LA TELE

Empiezo a entender al pobre Jaime Bayly. Un muchacho que no desea ser maduro en el sentido de lo que otros entienden madurez, y que bien puesto en sus zapatos se ve compelido a responder al mundo con odio. No, no es culpa de Bayly, es culpa de su circunstancia, de su modo de ser, de su autonomía y sensatez de no querer ser otro sino el mismo.
Lo he leído batallar con todos los que han intentado sacarlo de lo que es, y hasta terminó enfrentado a sus hijas. Pero digan lo que digan, el tio es soberano, y esa verdad me deja una sola idea y actitud hacia él. Admiración y aplausos.
Se hizo el gay, el político de izquierda, el mal hijo que escupe a su padre. majaderías, el solo quería ser él, y aunque no se si sea feliz, desde luego que es.
Tal vez vivo como el un problema parecido. Hay mucha cucufatería a mi alrededor, mucha moral, mucha obligación. Esto es insoportable a veces, y si lo mantengo es por los afectos que me deparan los chicos. Verlos es un encanto. Aunque no se cuánto dure ni cuanto los hayan formateado hacia esa moral cristiana, que en si no es mala, pero que tiene mucho de política, dominadora, arrinconadora.
Renunciar a la vida por Dios es lo que no me gusta de los que llevan esa moral. Si para alguien que va todo el tiempo a la iglesia hay que vivir de hipoteca con los familiares a cambio de que te den un morir acompañado, hay que considerar el costo beneficio y prescindir de ellos mientras aun se pueda gozar de la libertad.
hay gente que escucha a través de las puertas, personas amargadas que ven en uno odio por defender su soberanía, vencidos y vencidas que van haciéndose un luigar en esos espacios que uno descuida, y que se consideran imprescindibles. Pueden ser personas buenas, pero que en si haccen daño.
Por ejemplo, mi hermana, que me considera un inmaduro. Si le he soportado un tiempo es por que no me importa lo que haga de su vida. Claro que he intentado hacer algo para que cambie. Pero al darme cuenta de que no es posible la he dejado tal como es. Pero ella si quiere cambiarme. Entonces le he invitado a retirarse de mi casa. Me ha dicho que no lo hará. Es evidente que no desea hacerlo y siente que tiene una misión por encima de mí en esta.
Bueno, la madre de los chicos se ha ido a Europa. Yo que pensaba descansar de ella, de su ultrasonido, de sus agresiones permanentes, ahora debo soportar a esa pesada. Me apena saber que está enferma de algo, pero seguro de lo que realmente enferma es de la cabeza, del alma, como la madre de los críos.
Ojalá de vez en cuando puedan estar tan desesperadas como yo que meveo feliz tomando un espresso leyendo las cosas que me agradan.
A dormir, este desastre se va a la cama.

domingo, 16 de octubre de 2011

¿QUE HACER CON UNA PERSONA BUENA Y ENFERMA DE HISTERIA?

PREGUNTA AL CONSULTORIO DE LA DOCTORA MAGALY MORO
Doctora Magaly Moro
Hay gente que no es mala pero hace daño. Un químico reacciona en su mente, cada vez con más frecuencia, y bombardea la vida de quien hace tiempo dejó de ser su pareja. Si uno es un maldito hombre de mundo, un sujeto que ha sacado varias veces los pies del plato, y destrozado en su ex pareja la idea de una vida tranquila al reemplazarla sucesivamente por mujeres distintas, uno tiene las garantías de una vida de pesadilla.
La naturaleza misma del hombre, las circunstancias que lo empujaron a hacer lo que hizo, lejos de ser atenuantes liberadores de toda culpa, se convierten mas bien en argumentos de su condena. La condena es benigna, desde luego, pero impide una vida feliz por que uno es sometido al escrutinio y es vetado por todos modos de ser tranquilamente. Es cuando uno empieza a amar la mentira, el engaño, el silencio y la soledad.
Entonces, mientras uno no se vaya de la casa es posible que el peaje sea ese: soportar los ataques de histeria, las falsas interpretaciones y hasta las presiones para ser de otra manera.
Yo entiendo que uno se convierte en una suerte de polvo picante que activa los enconos del contrario hasta la contorsión.
Lo único que uno puede hacer es largarse. Sí. Largarse hasta nueva fecha por que la convivencia se hace imposible.
Entonces uno se hace la pregunta. ¿No es que deberían existir nuevas formas de matrimonio? Es decir, parejas que son aliadas para la crianza de los hijos y cada quien poder tener otros enamoramientos sin que molesten al contrario?
Se que esto enfadar a algunos, pero pienso que la vida son porcentajes. Pueden haber matrimonios en el sentido de casarse, si y solo sí, para tener alguna responsabilidad económica o MORAL sobre los hijos.
Hace unos días una amiga al escuchar mis conversaciones por el Skype con la mamá de mis hijos me confirmó lo que yo me di cuenta tarde. Que me mandoneaba. Si, su tono de voz, no solamente imperativo y alto en decibeles, sino esa imposibilidad de escucharme, se mantenía con la nitidez de cuando descubrí que no era la dulce gatita que se presentaba.
Desde luego que no me considero un santo, pero al no haber alcanzado la madurez en los tiempos que éramos enamorados, y ella si, no veo entonces por que he de seguir pagando una condena por haber algo de lo cual no era consciente.
Entonces entramos al tema de que los hombres que cometieron el error de no elegir a una persona con los decibeles tolerantes deberían tener el derecho judicial de impedir a las mamás de sus hijos increpar, juzgar, atacar y malinterpretar.
Voy a ser más sincero. Hace unos instantes había empezado este artículo así “Qué hacer ante la existencia de una persona enferma de esquizofrenia, bipolaridad o histérica permanente. No lo se. En mi caso tengo a una histérica, cuya …”.
Pese a todo, sospecho que no es una persona mala, ruin, desgraciada. Solo histérica. Señora Magali Moro. Yo no sé si tratar esto contestándole y ahondando el problema, renunciar a cualquier opinión o crítica so riesgo de ser mordido con sus colmillos, o bien comenzar a actuar como otro y hacer ejercicios para fingir que me importan sus ataques.
RESPUESTA A CONSULTORIO
Consejo: Huye lo más lejos posible, sin abandonar a los chicos búscate otra chica, pero estudia la en lo referido a sus decibeles, comienza a sepultar a esta persona que te molesta y nunca, pero nunca más le digas la verdad de nada. En cuanto a sus falsas interpretaciones diarias. Trata siempre de tener un plan B para distraerla. Haz sonar con tu celular el teléfono para que vaya a contestar y no te moleste y, por supuesto, no te culpes de ser como eres. Si eres un canalla, así serás y debes sobre todo aceptarte. No obstante, observando que haz tenido algunos amores en la vida, es posible que no lo seas… encanto.

lunes, 3 de octubre de 2011

ZORAN, MICK JAGGER, MI TRASTIENDA, CHA SU MADRE, TOMEMOS DE UNA VEZ EL INFINITO

Ultimamente voy a mil por hora, cosa que a nadie que me conozca le puede sorprender. Pero... no es que esté en un estado de huida, ni que esté intencionalmente poniendo bajo la alfombra los otros sucesos más importantes que ir por ahí enamorado de escribir, hacer fotografías, editar y, finalmente, reencontrarme con los pocos que al parecer tienen alguna afición a esta trastienda de la vida.
He estado a velocidad neurológica, no, nanológica atravesando valles montañosos cubiertos de cafetales y serpientes, ignorando o masajeando el ego a un ejército de asustados y desconsiderados, adorando el quehacer, como llevando un liderazgo en mí, y no de nadie más, armonizando, disciplinando, cooptando a cada una de las pulsaciones de mis electrizados componentes hacia un lugar que no es sino yo mismo que es lo mismo que decir al infinito.
Veo mis papeles regados en el piso, mis ropas sucias, una botella de Coca Cola, que casi nunca tomo, semivacía y sin gas al lado de la cama, lo cual para un analista de esos podría indicar que estoy en el fondo mismo de una depresión, abandonado, descuidado, pero no, se equivoca el estúpido analista que necesita fumar un poco más por el poto. Es síntoma de velocidad, de que un fórmula uno no se puede detener, al menos cuando hay viento, carretera y mucha potencia.
Los pistones de mi imaginación ponen a prueba las tendencias y me la pasé seis horas en el café escribiendo, mucho, y ahora, en la mochila pienso en Zoran Kirkegaard, ¡qué filosofo el danés!, quien nació con un réculo de plata, disponía de una vida para llenarla de luminosidades y colores de quintaesencia, pero se la pasó haciendo una tomografía de la desesperación. El tipo era realista y, siendo rico como era, no debió esperar a que una editorial o universidad le financiara sus elucubraciones sobre tantas cosas, y el mismo ¡imagínense lo que costaba en el siglo XIX! mandó a imprimirlas en libros, que cosa rara, cobraron en pocos años relevancia europea, y por lo tanto, universal.
Esta noche mi amigo Alamo Day dirá al mundo que es bipolar. Lo hará en televisión. En la mañana fue entevistado por un gusano con corbata, pero sin la cara de Sinatra. Tal vez no lo entendió. Casi estoy seguro de ellos. No sé en qué lado del péndulo estará mi amigo en estos momentos. Sé que se prepara para el momento, esta noche, como un trapecista que calienta los músculos antes de saltar de una baranda a otra sin maya. Mientras tanto mi amigo Paul mira a su tremenda hija, que si me dicen que podría mover objetos con la mirada, no lo dudaría y saldría corriendo por que si la otra vez me bañó mientras dormía con mi Calvin Klein de 100 dólares y luego con sos prefumes dulzones de niñas, -yo me moría de sueño- sería capaz de ponerme de pie sobre la cúpula de la Gedäche Kirche de Berlín.
Si Mick jagger dijo que el era un fórmula uno, que no tenía tiempo para el amor, tal vez ando en las mismas, aunque no debo de negar que la potencia suave del silencio, ese que habita en ciertas miradas, puede ser la posibilidad de encontrar la variante en el camino, finalmente la misma que siempre me gana, como si en el fondo no quisiera llegar nunca al final del camino, sino mas bien, encontrar, más , más y más caminos, esos mismos que nunca los haya hecho el hombre, sino el mismo que yo mismo hago con empeño, desesperación kirkegaariana, a veces, pero inevitablemente, con una lonchera provista de destino.

lunes, 12 de septiembre de 2011

ANTIEPITAFIO Y POLLO A LA HUNGARA

Beethoven y Goethe se encontraron por primera vez. Ambos paseaban por la alameda del balneario y de pronto apareció frente a ellos la emperatriz con su familia y la corte. Goethe, al verlos, se hizo a un lado y se quitó el sombrero. En cambio, el compositor se lo caló todavía más y siguió su camino sin reducir el paso, haciendo que los nobles se hicieran a un lado para saludar. Cuando estuvieron a cierta distancia se detuvo para esperar a Goethe y decirle lo que pensaba de su comportamiento «de lacayo». Sacado de Wikipedia

Escuchar "Claro de luna" para leer la nota http://www.youtube.com/watch?v=6Q9fBU5ICxc&feature=related

I

El sol caía dentro perpendicularmente, brillando en el triángulo de luz millones de partículas de polvo. Bailaban en el aire como estrellas. Estaba con unos amigos salvando la resaca. Pero me abstraí y lo recordé. Pese a ser un pueblo primitivo, San Jerónimo, en Cusco, la mujer que despachaba de mala gana y que era objeto de nuestras burlas sabía algo. Era evidente que, a juzgar por lo mucho que demoraba en hacer las cuentas, apenas sabía leer y escribir. Pero en esa ignorancia y descuido de su local, atestado de cajas de cartón de galletas Field y más de media docena de trampas para ratones, había la contradicción. Un perro enano, blanquecino y con cara de estúpido a quien la mujer invitó a pasar a la casa con:

-Pasa Beethoven.

II

El otro Beethoven, al que recordé a partir de este incidente, era el músico, había llegado a Lima a tomar unas vacaciones. En realidad ya estaba sordo. Sólo el sabía que la sordera le vino por profundizar. Y para dejar de estar sordo necesitaba creer.
Escapar de aquel encierro silencioso tenía un solo camino. Reconstruir su creencia.
Lo conocí. Era científico, y no músico, como se le llamaba en Europa. Como Walmart, que no es un supermercado sino una empresa logística.
Beto vino a Perú buscando a su amigo Paul, un suizo extraño que decidió estar perdido en Perú, en Cusco, una ciudad llena de mongólicos que se creen hijos de los incas.
En ese trajín iban a pizzerías, bebían un pisco a diario, y se comunicaban, pese a estar frente a frente, con las manos. Parecían dos cromagnones antidiluvianos.
Pero no era el fin de la ilustración. Era el principio de la salvación de Beto, como lo rebautizó el periodista vago que llegaba en escape de Lima de vez en cuando.

III

Poco después de su abandono, Beto dejó una carta en su casa de retiro, irónicamente en la bulliciosa Bremen. Dicha carta fue llevada a la delegación policial. Además de la carte, se llevaron su pasaporte alemán, una brújula y su smartphon. Además seis palos de fósforos. La carta era muy extraña. Parecía que estaba intentando una salida en el i ching. A no dudar, estaba desesperado. La carta decía:

"La vida es hermosa y contundente. Y mucho más si no averiguamos su esencia. Si nos sentamos en un parque un domingo y obviamos que hay caca sobre el pasto, y nos extendemos viendo las cometas llevadas al cielo por los niños, estamos viviendo. Es muy raro este adagio de la felicidad como contrapartida a la ignorancia, y más raro aún que no lo enseñen en los colegios, donde no veo que la intención sea que los alumnos sean felices para siempre, sino que compitan y sean cada vez más asustados y responsables.
Por eso es que hago este escrito como despedida de mis intelectualismos inútiles, al entregarme plenamente a la felicidad.
Soy ahora un soldado de la felicidad que lanzará las llamas escondidas del bien estar contra los negativos instrumentos de la tristeza. ¡Dopamina ven!
Todo empezó en una charla realizada en la Universidad El Cairo, donde iba a comentar las aplicaciones en Perú de la "superconductividad" como principio ahorrador de energía.
Había un gran auditorio. Muchos sufíes. Comencé diciendo que todo acto de ilustración nos remitía definitivamente a un tipo de éxtasis mundano, el delirio por el ritmo, la contorsión ante lo fantástico, la perplejidad ante lo antes imposible hoy creado por el hombre. (Un avión que cruza el Atlántico en una hora, por ejemplo).
No hablé un solo instante de aquello para lo cual fui contratado. Alojado en un hotel de lujo, y bien pagado a seis mil dólares la hora, no hablé nada de física.
Pero continué hablando. Era evidente que me respetaban. Estaban esperando que lo diga.
Mirándolos me di cuenta lo injusto que desvaloricemos tanto a los credos, a las creencias, que maldigamos a las iglesias y sacerdotes bonachones, a los pastores entre los cuales hay pobres, negros, blancos, mendigos, generosos, santos, justos, arrepentidos, otros menos santos, crápulas, borrachos, vegetarianos, pederastas, homosexuales, hombres comunes, complejos, insoportables, o tipos con grandeza. En la charla todos estaban religados, como en un templo, esperando una verdad de la ciencia.
Y pensando en los sacerdotes me sentí uno. Pontificando. Todos me habían leído por años. Cómo no agradecer a este auditorio el privilegio de religarse en mi entorno para escuchar un mensaje. Solo por eso decidó responder cortésmente, no con conocimientos, sino con datos que solo los podían llevar a la ceguera, a la ignorancia, porque las religiones, solo dan la posibilidad de que los hombres no vean el conocimiento, sino son un instrumento para que puedan gozar de la luz misma del bing bang creador.
Estas cosas han ocasionado que haga un anatema contra la lucidez y nunca más lea un solo diario, poema cartesiano, o de por ahí lecciones sobre cómo conducirse en la vida frente al amor, los recuerdos y la muerte.
La gente aplaudió mi conferencia en la que no dije nada de superconductividad, pero en cambio, la música de mis palabras sí. Los diarios comentaron mi modo de referirme a los grandes temas en el estilo calificado como criptodialéctico.
Mis tesis criptodialécticas prosperaron en el mundo, y con el tiempo, todos eran criptodialécticos y daban discursos que nadie entendía, pero que musicalmente alcanzaban otros niveles nunca observados de significantes. Estábamos en el futuro. Lo sabía.
Por algo que antes se llamaría casualidad, se descubrieron nuevos principios físicos, estéticos, y a la hora de explicar la génesis, las marcas de patentes, sabiendo que no habían respuesta, no podía decirse que todo fue casualidad, pues muchos pagaban sumas enormes por escuchar los discursos, y ante eso enviaban a sus jefes de relaciones públicas a impedir el ridículo de no poder explicar cómo sucedió dicho descubrimiento, más aún porque se desperdiciaron millones de euros en proyectos del saber que no se usaron en nada y que facilitaron entre otras cosas que disponga de esta isla con cocos y seis esposas para mí solo.
Esto me obliga a escribir, no tanto el porqué de las cosas, sino el que será ante el triunfo de la incertidumbre religiosa, de la creencia, orientándome a redactar el primer antiepitafio mundano.
En un tiempo vendrá un tipo medio díscolo que luchará en diversos sentidos con poca determinación. Será peruano y en sus primeros años considerará enorme el mundo que le tocó vivir, para verlo achicarse día a día más, al extremo de vivir apretado entre los bracitos de la silla a juego a su escritorio.
Eso sí, se acomodará el saco y corbata para recibir la visita de un amigo que nunca fue, pero a quien le informará su vida íntima al mentirle con confianza olvidando comentar que la manipulación es su principal diversión, aunque solo contra seres humanos desahuciados, cuasi mendigos, chupes, sobones como él, pero de varios niveles más abajo. Pues si intenta manipular a su superior será demasiado riesgo, un desperdicio de adrenalina con pocas posibilidades.
Se corromperá después de no contar la mirada de su padre, o cuando esté muy viejo y quiera meterlo al asilo. Aspirará cocaína para no sentir esas cosas que uno siente cuando es honesto consigo mismo.
No asumirá los reproches que se debería de dar el que gobierna sobre sí. No, el preferirá estar contemplando las cosas de arriba, sin tocar la superficie.
Entonces la muerte llegará y le dirá.
-¡Qué hay de nuevo viejo!
Y él le contestará.
-¿No hay más cocaína?-
Y la muerte le replicará.
- Dicha instantánea, color para tus últimos días. Pero hay más, mi estimado. Después de la puerta, no hay nada, absolutamente nada.
-Suena incluso mejor que esto.
-No te deprimas, aún hay una opción.
Y la muerte comenzará a hablar largamente, que será el demonio, el temor, la quiebra de la fe, de la creencia. En la medida que la no creencia hablaba, el infeliz acentuaba de pronto una sordera inesquivable, sorpresiva, desesperante. Fue tal el silencio que jamás se enteró del camino para su salvación.

Beto".

IV

Finalmente regresé a San Jerónimo, vi a la mujer ignorante viendo la televisión. Beetovhen, su perro era el nombre de el perro, protagonista principal de una película barata. La mujer era inmensamente feliz pese a su mueca de disgusto.
Cuando me miró observándola me preguntó con una mirada cargada de odio y desconfianza. Entonces su boca morada percutó.
-Que es lo que quiere-
Me sentí engañado. En mi defectuosa forma de ser quise creer que ella era feliz y buena. Pero no. La felicidad puede ser egoísta, desconfiada, malvada. No, ella no escuchaba a escondidas a Bethoven ni sabía alguna sinfonía, ni nada del músico que mandó a la mierda a Goethe por sobón de reyes. Así es que yo también percusioné.
- Si, si quiero algo. Un pollo a la húngara carajo vieja de mierda-