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lunes, 14 de septiembre de 2009

NOS OLVIDAMOS DEL CUMPLEAÑOS DE TOÑO


Soñe que un cura daba la primera comunión a todos y cuando ya la tenía bajo la lengua me dijo:
!Bota la ostia carajo!
Lejos de hacerlo, se la mostré pegada a mi lengua y guiñándole el ojo al cura me la tragué, luego me di media vuelta y caminé mirando al suelo, pero riéndome por dentro entre la feligresía portando inciensos y flores. !De donde este pensar eclesiástico! Rebobino y llego a la noche before del sabado cuando los chicos llegaron a casa.

La noche eructaba goce al sin sing, como llamaré, el movimiento de las velas, ronroneando hacia las pupilas de... bueno, comenzaré dada su mácula mostrada (de immaculada, es decir, llena de mácula) de Tello, lentes, camisa medio abiertas, gel y permisibilidad absolutamente acristiana.
Sendas copas de martini iba llenando con desparpajo juvenil, como festejando la disposición permanente, ¿de qué? de la noche, del día, de la luz... o de Mr Treneman.
La noche era, y estábamos. Conjugó el ser y estar, sein o be, que importa, donde la apuesta por el buen rato mostró nuestra incapacidad de renovar momentos ya vividos, sino de darle estreno una vez más, cuando se trata de ver las cosas en su inmensidad y simpleza. Crujimos risas varias veces y mi hijo al dia siguiente en el desayuno se cagaba de risa en la noche aspirando a saber de que se reían a lo lejos.
Los amigos de la cuadra una vez más en la casa de este servidor que dio a las velas la oportunidad esperada por sus defensores ante la llegada de la bombilla, allá en el siglo pasado. ¿Que es broma? Miguel de Unamuno, filósofo existencialista español fue un detractor sin cuartel de la bombilla, seguro él de su artificial verdad. Me gustaría saber que diría si iba al concierto de Roger Waters en Lima
.


Pero en fin, dimos a las velas ese clima, un tanto de hueco de Cusco, que recogió muy precisamente el encanto de vernos nuevamente, a Coyo, siempre con su mismìsima tranquilidad de jean, a pesar de los padecimientos que todos ya debemos haber blandido, o Pepe Cruzate, que estaba en la primera como si fuese una manía o incorregible virtud. Lo bueno, que cada quien encajaba a la perfección en ese ser que nos llamó a juntanos en parques y joder.

LLamaron al diplo a su casa en Washington, y nadie al cumpleañero de la boda fantástica esa, ¿que pasó? y el diplo o no contestó o tiró el fono a otro lado, ya que la media noche hacía rato de su paso.
Y mojaron los labios sin contestar preguntas ya que nunca lo hemos hecho. Por ahí recordamos a Miguelón mostrando los pendejos de su hembra simpótica, como el Ciudadano Kane antes de morir dice las palabras que llamaba a los genitales de su amante, o a Malhecho que se fue con Ethel (No Eden) al reino de lo desconocido, para seguir con sus medias en constante lucha contra la gravedad, pro finalmente devorada por la inercia de sus talones atmosféricos en el fondo de sus zapatos húmedos de tanto tocar puertas de ladrillo, y si hablamos de Malhecho, que era incluso eso antes que le conozcamos, por eso mismo supe, imagínense a que alturas, gracias a una exégesis brindada por Kike que antes de conocernos el era quien daba la hora en el barrio de Cartagena y de ahí su postura inexplicable entre Bogart y la rana René al chupar experimentadamente el cigarro, Premier, claro, por que él era un todo terreno a punto de nacer, casi casi, una canción de Bruce Springten, pero que por ahí se quedó en la puerta, ni del horno, sino en el sobre mismo donde iba la harina, y no logró fraguar con las otras leyendas barriales, las yemas , la mantequilla y apresurar lo que había que apresurar.
Tremendo drama jamesdeaniano el del Malhecho, inconcebible ni por mi ni por nadie, al comprender la dimensión de tal repliegue para vivir con la que nos abría la puerta. En fin bendiciones y "puta carhagajo" para el sueco de Cartagena.
El bartender, como llameré a Rodolfo estaba inquieto, últimamente está brotando con más soltura, me imagino que se debe a que hay menos iones en su hábitat, y casi, casi hiolizaba al poner los hielos en cada copa, que por cierto era previamente saboreada cual mejor gaznate de Maranga.
Y restandole fama llamamos a Pardo, que estaba no se en dondo, y cantamos un buen rato las de siempre con misión emparentadora de conceguir uno más, como cuando Kike cogía las monedas necesarias para ir por un cambiña, cediendo a unmacerado de coco o, ya que mierda, "esa huevada que te deja ciego" .
al parecer no nos quedamos ciegos, y mas bien muy memoriosos, al extremo que solo por esta vez recordamos que no era ya más propicio el momento para otra anécdota de Papi, cuando fumamos debajo de la ventana de su sala el tremendo troncho de 50 gramos de marihuaba, servicio de Pelussa Diller, apestando un radio de 300 metros.
Bueno, quien iba a sospechar, menos de martincito o rodolfito. Eran los chicos de la parroquia, los mismos que atendían a las ninfetas al pedir con sus vocecitas indefensas "toca Seminaré".

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