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miércoles, 23 de septiembre de 2009

ONANISTAS

Tuve la ocurrencia de revisar el fenómeno de la masturbación en su origen y cúspide como realidad virtual y sexual que se encarama hoy en día en nuestro modo de ser al vivir en una placentera y extrañamente liberadora cárcel de fotones.
Entramos a los días de la plenitud masturbatoria, y considero adecuado reflexionar acerca del confort facilitado por la mediática, sea mediante una laptop con wifi o cd, acceso garantizado al ejemplar femenino, a decir de Charly García que toca esta noche en Lima, “a la medida de sus obsesiones”.
Lejos de los cines de la avenida Alfonso Ugarte o de Colmena, o el famoso Rivoli de los años 70, donde los chicos en solitario o grupo acudían para contemplar en tamaño gigante a las rubias suecas u holandesa inimaginables en una Lima sin extranjeros, hoy día una portátil accede a nuestra intimidad, y en la pantalla nos miran las rameras dominicanas hasta portugusas, brasileras o francesas, profesionales o amateurs, hasta musulmanas en danzas de velos e hindúes poco remilgadas con sexo con sabor a curry y, por allí, unas cuantas escenas de swingers.
Mis expediciones por este cosmos han sido abundantes, y pienso que han tenido réplicas similares por muchos de mis congéneres, pues obviamente el barrio era crisol de muchos onanistas, que seguro lo siguen siendo, y seguramente m´s desarrolados, lo que no excluye a las muchachas, que de seguro ya deben acariciar la posibilidad de un dildo de silicona o cosas por el estilo que, según escuché, empiezan a ser sustituto peligroso de falagracioso que duerme a su lado.
Me declaro culpable de haberme masturbado, se seguir haciéndolo, pero también quiero pensar en que los mayores exponentes del acto onanista en el barrio de Cartagena eran Malhecho y Augustito del Valle, pues la lentitud de sus pasos originaba la idea de cierto cansancio ísico o mental, o en el meor de los casos un relajamiento, o aburrimiento, como obviamente hay después de tomar a la belleza insospechada paseando en baby doll entre el hemisferio derecho e izquierdo de la mente. Luego de esto ¡qué mas puede valer la pena en la vida!

De hecho, hacerlo con la mujer que te gusta, supone libertad compulsiva, pues no hay límites, sea mujer libre, casada, divorciada, cuarentona, treintona o jovencita para someterla a nuestras courrencias.
Pienso que el señor Tello, mas bien es metódico en estas cosas, y de Miguelón no dudo que se masturbaba donde sea, como comer una pizza hut de pasada y sin pensar.
Del padre Lucho no quisiera pensar demasiado, por que me cae bien, y en cuando a muchachas onanistas, la principal candidata para mi, Wendy, que tenía cierta impronta amazonica, como si su hábitat no fueras esas calles que recorría tan desavisadamente, sino mas bien una choza con techo de kapizo y listones d emadera cmo suelo, con una serpiente jergota mirándola desde lo alto, sin comprender sus amancebamientos.

A veces digo por que escribo estas cosas, y recién caigo en cuenta que las palabras provienen de un sueño que tuve: Vargas Llosa en un burdel con una ramera hermosa.
Era una alegoría verlo en mi sueño amando, en la pose perfecta, estudiada yo diría, a una mujer blanca, algo rolliza pero muy bella.
Si se van a masturbar, piensen en las palabras de Charly “hay un modelo para cada moral”.

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