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martes, 4 de enero de 2011

MOMBRAY VISITA CUSCO

“Tu juegas a quererme, yo juego a que te creas que te quiero,. Buscando una coartada me das una pasión que yo no espero, y no me importa nada, tu juegas a engañarme, yo juego a que te creas que te creo”… (Un tema de Luz Casal que me lo hizo escuchar la mujer menos aconsejable del mundo pero que viene al atributo de esta noche cusqueña y extraña)

La suerte juega a su favor. Los jugadores tienen el arte de manejar las impresiones. Capturar el código mínimo para hacer o mejor dicho inventar un oasis el desierto, presentarlo según sea el postor y convertir en única oportunidad la inexistente. Está claro que hablo de la manipulación.
Pero así como en la vida siempre hay el momento de enfrentar la verdad dual cual sea, en el juego pasa lo mismo. Es la cita entre los manipuladores por instinto, desinterés o cobardía, que especulan hasta el falso escozor de la nariz.
Algunos en la traicionadora corazonada pagan por ver, otros no esperan, y simplemente muestran sus cartas a la mitad de la esmerada especulación del contrario, evitando así la posibilidad de que este termine de edificar un juego brillante que inapelablemente sea su destrucción. Destruir el juego brillante y hacer menos catastrófica la caída, no obstante pierda, es una de las formas más raras de ralentizar el destino, ganar tiempo.. cuando ya no hay, poner freno a la racha. Pocos lo logran. ¿En que momento el couprier decide el destino de alguien? En realidad nunca.
Es que las cosas son rojo y negro, punto y banca, seint oder nicht sein.
El de Rojo me dijo que el 24 de diciembre lo vio al griego pasando por la puerta de su casa recuperado. Un año atrás estaba a la deriva, por la cuesta del no retorno. Su nariz sangraba sangre cristalizada, brillo de cocaína. Sus dedos negreaban kerosene, pasta básica. El de Rojo que también lo saqueó, en cierto modo comprándole sus enseres sustraídos furtivamente de su casa para la dosis del minuto, dijo que verlo así le llevó a serle infidente. Dijo que fue y tocó la puerta de la casa del griego y que a su anciano y rico padre le dijo, "este tipo no da más". Y la familia, que ya le había bajado el dedo, lo llevó a recuperarse a un lugar de esos. Para El de Rojo le salvó la vida, lo que fue dejar en aprietos al couprier del destino al decirle, "he hecho esto para que me toleres llevar esto bajo la manga".
El de Rojo me mintió algunos detalles sobre el asunto de la recuperación de el griego en un sanatorio para drogadictos. Imposible pensar en tanta pureza, más aún en quien desgobierna cada tres horas en búsqueda de más coca. Pero esos detalles al final no importan. Siempre importa mas bien la semántica de las cosas. Y si es un buen argumento pasa... o no me importa.

Sin embargo, este fue el as que El de Rojo nunca planteó en su viaje a Cusco con ….. Y, desde luego, hizo trampa, y lo jugó en todo o nada, lo apostó, y a ... hasta lo convirtió en peldaño, en oportunidad, en correa de transmisión de su salvación
Es posible que El de Rojo pase la noche en la lluvia, que jamás alcance a la Madre Selva, y que termine en Procuradores como salame, fileteado por los buitres.
Eso quizás alegre a … Pero lo que no hay duda es que … va a la deriva. Tal vez sean las primeras horas autenticas de soledad las que enfrente.

En la soledad uno deja se ser envoltura y profundidad. Es una sensación de vacío, insatisfacción perfecta, casi momento de escuchar un ritmo del grupo Karicia o algo de Miles Davis. Nada es diferente. Excepto... la indiferencia en la que uno ha caído del mundo.
En la ruleta hay rojo y negro. Y la bola solo se detendrá en uno de los espacios. ¿Rojo? ¿Negro? ¿Quién juega a rojo? ¿Quién a negro? ¿Quién dejó de jugar a negro? ¿Quién dejó de jugar a rojo?
Ha parado de llover, me han dicho que practique lo que escribo. No hacer lo que escribo sería ser cobarde. Tal vez cualquier cosa en la vida puedo ser menos cobarde.
Y paso por eso a Ricardo II de Shakespeare, la historia de un tipo, Bolimbroke, acusado de cobarde y calumniado por el mendaz Mombray. Bolimbroke es mi héroe, aunque más Juan de Gante, el viejo que reflexiona con dolor.
Esto es Ricardo II a la crítica:

“Ricardo II es la obra de teatro más poética de Shakespeare. También alcanza la más audaz representación de bajas pasiones humanas: la traición, la hipocresía, la mendacidad, la soberbia, la falsía y el más repugnante servilismo. Estos vicios de carácter se constatan en muchos personajes masculinos, mientras las mujeres de la obra revelan valor, amor, y sabiduría para sus seres queridos, salvo desprecio por sirvientes y criados”.

Cuando Bolingbroke es acusado por Mombray esto esta es la forma como el primero resguarda su verdad:
“Que infiel eres y traidor, Tan supremo en ello, que vivir no debes, pues eres corruptor, cual del cielo azul, negra nube; por eso que decírtelo yo tuve, Y embutirlo en tu garganta, Pues tu mísera traición es tanta, que si el rey lo quiere permitir, mi espada este voto hará cumplir”.
Envenenar al envenenamiento es lo más cruel que he podido ver en estos días. Y vi cómo el envenenado y semimuerto El de Rojo, fue cuasi envenenado por ... Le cortó -casi- la única opción de vivir. No quería ser el peor. Por eso fue a dar pan al que hace años ha muerto sobre sus botas de gato.

Genial Shakespeare cuando describe estos casos de maldad.
“ El vano amor de los perversos, muy pronto, en miedo se transforma, miedo en odio, veloz, se torna, el odio, en amenaza y muerte”.
A veces los hombres creen ver tan alto que necesitan altímetro. Pero !bah! finalmente me quedo con esta cita del justo Bolingbroke
¡San Jorge y mi inocencia triunfen!

Que sea lo que ha de ser y Dios les bendiga a los que tengan en su camino vivir.

2 comentarios:

  1. creo que necesitamos mas Mombrays...no cree ud mi estimado.....la hipocresia no es acaso esconderse sin atacar y esperar que otro de la cara y lo haga..y luego facilmente a criticar a este nuevo Mombray Cuzqueño.

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  2. pepe explicale al naufrago quien es Monbray y a quien lo comparas con Monbray..que no es cuzqueño..jajaj..si supiera quien es Monbray ahi...q comico

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