Vistas de página en total

martes, 29 de noviembre de 2011

SAO PAULO 7 DE TU A TU

http://www.youtube.com/watch?v=uJKSR6W--TU&feature=related


Sao Paulo no me encantó, me fascinó.
Como desafío, como intento permanente, como bing bang organizado, me articuló hasta la mayor de las limitantes y triunfé como animal de ciudad. De tú a tú, monstruo a pesadilla, tico a edificio, descosiéndome en cada una de sus calles, esquinas y bares, ratoneando en los subterráneos, acomodando la vista en las entrañas de la ciudad, desde los elegantes cafés del verdeante barrio de Perdices, a ese bus que atravesaba esa calle elegante, estallando verdad, desenmascarando a ese más a su menos, un menos marrón y burbujeante de favela, ese otro yo de la ciudad, la que no se ve en las telenovelas, Brasil, todo lujo y sonrisa, también todo ira.
Pasaba la favela entre la calle Armani, la favela eran cabeza hartas, cortadas, con cuchillos y dientes, mitras y cuerpos torcidos por las ventanas, desafiantes, insultantes, un aquí estamos que iba a alentar al Corinthians, el barrio pobre de Sao Paulo.
La violencia, el amor y la muerte son deporte. Desborde y desborde. Pasaba la torcida y le seguía en plena avenida los gorilas policíacos. Tan duros como ellos. Tampoco estaban para caricias. La ley sacaba el músculo. Policía por las ventanas de las patrullas sacaban sus brazos con armas largas, escoltaban así a la mierda, a la masa humana que también es Brasil. ¿Injusticia No. Así es la vida. Y que no nos engañe Jesucristo. No, el no engaña.
Encantado de los desafectos, consideré decirle hoy a Supermán, que vive en Barcelona, que la vida es injusta, injusta y como diría Lennon happiness is a warm gun.
Tardé tanto para volver a escuchar esta canción o “en cualquier tiempo” que pregunto ¿No hay coincidencias? No, en absoluto. Todo parece programado, estúpidamente sincronizado y compuesto.
Pero más sorprendente de Sao Paulo me resultó encontrar a una Lauren Bacal bioquímica. Hermosa, fatal y bella. Segura de su inteligencia y sin ambages para estallar entre unos caipis de fin de jornada su verdad. Dijo que se hizo pedazos su vida, su amor, y que sufrió mucho. No quise ir más allá. Estaba esa noche medio Marlow.
Exitosa y consciente bebió unos caipiris de más, y vomitó un poco lo que tenía. Reía sin temores. Ya no quería ser bella. Solo ella. Se puso primeriza y me explicó que los TED eran esos que por una circunstancia única se salían del camino y terminan haciendo otra cosa que la planeada. Antes, me dijo, investigaba la trastienda de las células cancerosas. Lo hacía en Estados Unidos. No sé qué hacía allí explicando o promocionando lo que otros hacían. Tal vez porque así sería más trascendente. O es que aún vivía la estela de su derrota.
Caminé mucho por las mejores zonas de Sao Paulo, entré a los mejores bares y restaurantes. También a algunos no tan bonitos donde bebían cerveza y caipivodkas. Los brasileros no se hacen problemas con que la caipirinha solo debe ir con chachasa. Si fueran peruanos hace rato harían sour de vodka y otras cosas.
Ezse es el mundo, el intraducible mundo, la cantidad, la desproporción, la gleba, el planeta en su conjunto concentrado. Vamos al subte, lleva la mochola hacia adelante, me aconseja. Un arquitecto amante de Le Corbusier me dice, hablo un poco de español. Mi peruanidad me dice, ¿será homosexual? Miro a un marrón con su familia. Hay necesidad. No, para nada me dice que es de los extremos. Dice que de donde viene hay igual edificios. Pero se ve que su área es la favela.
Subo a piso 16 del gran hotel. No funciona el internet. No sé, se fue la señal. Abro la ventana, veo la gran ciudad. Todo es tan fútil. Estoy cansado, me voy a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario