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jueves, 21 de octubre de 2010

LA ESPONTANEIDAD PERDIDA

(...) me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura" D J Salinger


"Cuando empecé, la gente no podía conjugar mi imagen con el hecho de que fuera capaz de expresarme con claridad, de que me gustara hablar de ideas"
Brian Eno


Hay muchas cosas que no amo. Barrios, calles, personas, sean lejanas y cercanas que en mucha medida son simplemente argumentos. Para que alguien posea la cualidad de serme simpático o simpática, inequívocamente todo depende de su dimensión maldita, cómica o inteligente, eso si, sin la presencia de aniñamientos que por lo general duran toda la vida.

Hay muchas cosas que no me agradan.No me agradan demasiado los niños, gatos y chicas que se paran en medio de la mesa diciendo "discúlpame voy al servicio". No me agradan algunas calles. José Gonzales en Miraflores, silenciosa, con edificios agraciados tan hipócritas como ciertos pintores o sus moradores arribistas, donde me escapaba de madrugada de los brazos de esa chica que comía manzanas. O Petthi Thoars, impersonal, travesti, oficinesca, llena de ánimas olvidadas. Si, en cambio, Santander Strasse.

Esta noche pensaba en Santander Strasse en Free Town y me dio gracia recordar su asfalto desgastado y burdo, su plomizo disturbio agujereado, las amarillas hojas de los árboles, mejor si hay garúa, mejor aún si se trata de una mañana de invierno bajo el techo mate de la nubosa Lima. Vivíamos en calma bajo las nubes (escuchar este tema de Brian Eno http://www.youtube.com/watch?v=w2WURHY3D4A ) y descontamos el mañana en las mañanas para fumar cigarrillos en la eternidad, deshilvanando dudas sin discriminar, ¿donde nación Jonhy López? o el por que apostar por la bola 9 naranja, con la mente caleidoscópica de Juan Celada, una pintura de Van Gogh sobre el fondo verde de su minimalista casa.
Me gustaba el cenicero galvanizado que usaba -era amarillo ingastable- sus muebles de textura muelle para viajes por el éter, ante la verdad sospechada y tocada como al disparo de la trompeta de Miles Davis.
Esos años glam de mucho Boowie estaban empapelados de azar, cartas, números, sueños, transferencias, Ortega Gasset, - entre mis primeras lecturas-, y el escape mañanero de los autos calentando el motor antes de llevar a los chicos al colegio. Pero si había algo verdaderamente importante en esos momentos era el estreno de un nuevo hombre a la vida que, a diferencia de las palabras de Bretón, y lo sostengo, no estaba en otra parte sino allí mismo, dispuesta a ser entendida, y esa es su ironía entrópica, en toda la vida.

1 comentario:

  1. Pepe maldito seas de por vida jaja que has dicho de Juan Celada....pero al final seras eterno hombre...te lo aseguro...lo q escribes trascendera fronteras y los años.

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