DONDE ESTA EL SUICIDA

La excelencia final no reside en ganar cada batalla, sino en derrotar al enemigo sin jamás luchar

En el Perú solo se suicidan los esquizofrénicos. Nunca los políticos, banqueros, sacerdotes o militares. Es un país feliz. Shakespeare dice que solo los imbéciles son felices. Pues sin duda estuvo en Perú buen tiempo, y esto confirma mi idea de que pasamos varias vidas. Shakespeare estuvo -ahora estoy más seguro que nunca- en el Perú, donde deambuló mucho tiempo antes de encaramarse en el escritor que fue. Shakespeare al tomar su chiriuchu en la plaza de Limacpampa una fecha como hoy, simplemente vomitó. Este plato es una mezcla de ocho tipos de carnes que incluyen nun cuy o rata andina rellena de pasto, o algo parecido que es muy feo. No solo él se quejó. Flora Tristán, cuando llegó de Francia a ver a su tío, don Pío Tristán, a quien quería picarle una buena tajada de su fortuna que sentía que le pertenecía como herencia, recibió un homenaje de una parentela acomplejada que siempre admiraba a Europa. Todos la creían una rica francesa. Pero era una misia completa. Pero aún así con el gusto francés opinó en uno de sus libros que el puchero que tanto encanta a los arequipeños y cusqueños era, pues, una especie de comida podrida que era inimaginable comer.
Yo no se que le diría a Gastón Acurio. A lo mejor "hasta cuando quieres engañar a la gente".
Pero esta felicidad peruana me trae algunas cosas a la mente. Pienso en los porqués y llego a que nuestra más grande bendición es que los peruanos se olvidan de todo. Sólo de lo malo se acuerdan, lo que les ayuda a ser más envidiosos y vengativos. No es que no haya nacido en el Perú. Si, pero solo eso. No pienso como ellos.
Por eso es que una de las ventajas de cualquier gobernante, caudillo, o sátrapa es el alzheimer como enfermedad generalizada del pueblo peruano, la cual podría ser producto de ciertos cambios iónicos que se dan en la constitución diaria del colectivo peruano. la sociósfera peruana es indecisa, cortoplacista, cumbiambera.
Leía hace unos días una columna refiriéndose a la persistencia de la Guerra de los 100 días entre Francia e Inglaterra, los 100 meses de la Guerra de Vietnam, o la de 100 semanas que duró la guerra de Corea y no recuerdo, salvo Sendero Luminoso y el Ejército, otro forma reciente de persistencia peruana. Todos quieren resultados inmediatos, de lo contrario se frustran. Lo curioso es que son persistentes para lo que en definitiva no sirve. La fe en el fútbol.
La inconsistencia de los opositores a Fujimori, cuando dio el golpe del 92, fue tan leve como el sostén de Vivi, la flaca del Ukukus, quien te pone una sonrisa bonita para que idiota le brindes un trago y se vaya al otro lado. Una ramera.
Es una verguenza que el Departamento de Estado Norteamericano, y no los peruanos "indignados" el que hubo que financiar la "revolución" antifujimori.
Yo recuerdo cuando los enviados del Departamento de Estado llegaron al país y fueron donde Ricardo Márquez, vicepresidente en ese entonces de Fujimori, a instruirle !vayase!. Y tras una cita de dos horas, Marquez se fue del poder. Nunca fue juzgado. El tranzó su libertad, evidentemente.
Por eso pienso que estamos equivocándonos al sobrestimar a las marchas de los dirigentes. ya debemos hacer un ministerio de bajarse los pantalones ante tanta miasma social, chatarra humana que debe de ser inmediatamente sometida a reclusión y a una tortura dioaria de seis horas de música clásica, historia y algo de Pink Floyd. les aseguro que cambiarían.... por que nunca escucharán en el país que un político de esos se suicida.