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martes, 7 de junio de 2011

LAS PROTESIS ANIMICAS

Leí algo de las prótesis anímicas que hoy se van haciendo populares entre los, hoy desesperanzados, que votamos contra la opción dudable del comandante Ollanta Humala. Me imagino la borrachera de los coroneles más cercanos al elegido, prestos a llevar en dos o tres años su primera estrella de generales de brigada, paso previo para asumir la de división. Deben estar frotándose las manos para acariciar el poder y, ya lo pensarán, no lo duden, para comprar armas israelíes, naturalmente, con altísimas comisiones.
Pero igual, se viene la hora negra para los activistas criptocomunistas de las ONGs que muy al estilo de la justicia soviética, donde justicia necesariamente es castigo, encarcelaron a muchos de sus mentores por violaciones de derechos humanos en tiempos de guerra, por costos como dicen, colaterales. Yo me pregunto que le dirá Ollanta a este grupo de coroneles a la hora que le pidan, como debe ser, indulto a sus colegas humillados por estos demócratas a sueldo.
Este escenario va armándose. Pero el hecho de la desconfianza se extiende como picadura mortal. No hay que menospreciar algunas expresiones de inmigrantes que llegaron al Perú por las noticias de su buen desempeño político.
Ejemplo: Me llamó una amiga rusa-israelí convencida de su partida de Perú ante esta confusa realidad.
Ella sabe lo que es el comunismo, su marido también. Me dijo que en su país Lennin ya no era un hombre sino una especie de dios. Así lo veían al comunista.
Pero fríamente hablando observamos la presencia de un judío con demasiados antecedentes como para imaginarlo un adalid de la democracia, mas sí un experto en utilizarla para sus negocios, o tal vez de sus amigos. Su gracia: Salomón Lerner.
No solo fue hace unos años presidente de la dudosa ONG Transparencia, la misma que estaba en la conspiración para derrocar a Alberto Fujimori, sino también, era muy cercano al grupo de judíos que acompañaban a Alejandro Toledo en su mandato -si podemos llamar así al gobierno del borrachín de Cabana que soñaba ser presidente en sus borracheras ilimitadas en el célebre restaurante Gloria de Miraflores-.
Luego me enteré que Salomón estaba en un negocio de repotenciar helicópteros en el mismo gobierno de Toledo. Hacía poco era representante de Transparencia. Pero cuán grande fue mi sorpresa al verlo en una de las oficinas de Isaak Galsky, el multimillonario israelí propietario de la compañía Sipesa, una de las mayores pesqueras de la principal nación productora de harina de pescado del mundo: Perú.
Lo simpático fue verlo en aquella oficina negociando con otro empresario judío, pero que se encontraba en las antípodas de la democracia. Se trataba de otro judío, dueño de un diario al que llamaban de la mafia, en el cual yo trabajaba con mucha decencia denunciando las corruptelas del gobierno de Toledo. El negocio era uno. No vas a la cárcel y tú me bajas el tono de los ataques a Toledo que no cesaban día a día.
Con estos antecedentes, no sería extraño que el comandante, antes dominado por su padre, y luego por su hermano –dicen que él lo persuadió al asunto de la toma del cuartel Locumba-, que estemos más bien ante su secuestro de parte de un grupo empresarial aun agazapado en la trastienda.
Casi estoy seguro de que encontraremos en la trinchera a la eléctrica Kallpa, o a otras de las cuales no sé si el tema es si son honestas o no. Las empresas no tienen olor ni sentimientos ni tienen porque tenerlos.
Años más tarde. Hará unos tres meses, cuando vi a Salomón acompañando al candidato Humala en el almuerzo exportador que se realizaba en el hotel Los Delfines –del judío Levy- vi dos cosas, el desprecio de los empresarios a Humala, pero también otra, mucho más importante: la expresión asustada del judío, quien, traje azul, camisa blanca y corbata oscura, se abría paso entre los reporteros como un paraguas del comandante, y quien parecía decir“no sean estúpidos, yo los estoy salvando”.
Sería curioso encontrarnos con la figura de que de la misma manera que Israel analiza a Siria, y al mismo tiempo que detesta apoyar a Asad, su presidente y peor enemigo –porque, pese a financiar este el terrorismo anti israelí, le da una paz a Israel que otros radicales de Siria no darían en los altos del Golán- estén apoyando a Humala, para consolidar una nueva tierra prometida en un país de desiertos fabulosos y un océano de posibilidades para crecer, y sobre todo, ante un eventual ataque atómico de Irán, que está harto y ya enriquece uranio.
Bienvenidos entonces estos judíos chambeadores, pero sin embargo, de ser así me pongo a pensar en el pobre comandante, que además de haber sido títere de su padre, Chávez, Lula, su esposa, terminaría siéndolo en nombre del mañana, de los intereses más agazapados. Así no se trata a un inca. Asi se lo merece el megalómano de su padre. Su como dicem la CUIA usó a Mark David Chapman para matar al c´pancer de ideas comunistas que era John Lennon, no sería raro que alguien esté haciendo lo mismo para que esa masa resentida, que son muchos de los que votaron en los Andes por Humala, crean por un momento que son libres. Sería diabólico y brillante al quedar intacta algunas inversiones, aunque sin duda, con el sacrificio de otras, pues el pueblo quiere sangre.
En todo caso, esta elucubración, parte de lo que se llama la política-ficción, solamente sería eso, una elucubración gaseosa, al empezar yo mismo, ex peruano, lleno de temores, a construirme mi propia prótesis anímica ante lo que se pueda venir. Otro Velasco Hágase la suya antes que sea tarde.

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