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sábado, 19 de febrero de 2011

UNO MENOS

Se trataba de salir a hacer calle con un mito. Yo aparcaba en esos tiempos en El Nacional. Oscar Vargas "chapana" dirigia el dominical. El "chino" Domìnguez nunca me trató como "niño" inexperto. Para él siempre había una posibilidad de encontrar a alguien detrás de la apariencia. Ese era su secreto.
Fuimos a entrevistar a un médico medio loco que operó al velocista cubano Juantorena, una celebridad en Cuba. El tipo era siniestro. Su clínica abundaba en telarañas y paredes mohosas. su quirófano mal trecho y con aire de baño, daba esperanza no obstante a los obreros sin seguro, que perdían accidentalmente dedos, orejas, narices. Dl dr. "Dedos" pegaba uno a uno los capilares con espíritu orfebre.
Los pobres volvían al trabajo.
El chino se divertía de la historia, obviamente llena de color. El médico sacó un Habana Club debajo del escritorio, luego prendió un puro Cohimba a al "chino" . Descansa amigo.

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