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jueves, 10 de marzo de 2011

LA LIBERTAD DE GROPIUS

Me dio tanta gracia que hasta pensé filmarlo para mostrar su actitud en la calle, y la suya era similar a un corto de Charles Chaplin, solo que a colores y siempre en formato mudo.
Roxano Gropius iba de un lado de la calle al otro, avanzaba quince metros y daba vuelta, a veces lo hacía en círculo, eso si, siempre apurado. Su mostrenca complexión recordaba al perfil de algo, de una rama de canela, de un alambre oxidado, o quizás de un hueso de gato.
La cosa aparecía ardiendo de inquietud por dentro, era evidente que algo le reptaba en las venas y se tornaba incontrolable.
No era rasca rasca, era una ausencia, una presencia, una sensación bastarda.
Luego corre, esta vez con una bolda de plástico. Se le ve con una misión en la vida, igual a la de un mozo, lleva la bolsa haca un sujeto que se encuentra igual que él: le dicen "el gato con botas", el borrachito de Procuradores.
Roxano Gropius, tiene un teléfono con muchos botones, necesita contactarse con el mundo, cree que pronto recibirá una llamada de Dios que le dirá, ya estoy aquí.
Pero tarda mucho. Mira su teléfono, maldición, y pese a que dijo que lo detestaba, lo llama. El de Rojo le contesta y le da malas noticias. Le muestra que sigue vivo y que está lejos de las drogas, que se le ha dado por el budismo.
El tipo coge su teléfono, le mira, y le dice "hijo de puta" . Luego llama a otro amigo y le reclama cosas extrañas que nadie ni el entiende. Luego ya decide no seguir contestando a este. Debe de leer un libro interesante.
Le manda un men saje y le dice llorando, por que no me atiendes, no vez que necesito que alguien me escuche. Finalmente le insulta diciéndole que es cobarde, y que por que no le contesta.
Imposible contestar a un sujeto ardiendo en las brasas, imposible ser niñera de un sujeto de más d emedio siglo de vida, imposible contestar a un sujeto que va corriendo a destruir lo que vea a su paso, sin poder hacerlo a los hombres a falta de fuerza y valor.
Es cuando decide ir a casa... y pegar a la madre de su hija.
Es cuando salta al vacío y cuando... encuentra la libertad.

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