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miércoles, 29 de febrero de 2012

CRAPULA / CAPITULO II DE CONTRABANDO

A veces siento que voy en Lima de contrabando. Otras veces no. Y más bien ser el amo de la urbe. No se. Si, claro, hay una insensibilidad en el fondo. Es que yo ando un poco atosigado de tanto remordimiento que me produce pensar lo precaria de mi situación actual, moral y futura.
¿Es esto ser consciente? ¿Tener sentido de la gravedad? -Bueno joven- me podrá decir el pobre vecino comprador del mercado de Breña- lo verdaderamente grave es el hambre.
Pero yo digo ¡no! ¡Existe otras cosas mas graves! Obviamente mi vecino no me comprende.
Sucumbo ante las fuerzas tomando en cuenta que a estas alturas y sin haber hecho casi nada ya poseo algunas derrotas. Es la historia de muchos jóvenes de esta ciudad. Sin embargo,
continúo pensando, vagando, derivando en algún distrito junto al mar y nuevamente reflexiono en que al poseer el don de no estar seguro de casi nada, supongo que tampoco puedo afirmar que esté del todo derrotado. Así me reanimo. Así somos los de los 80.
Almuerzo en el comedor popular de Breña. Extenso, piso de cemento, agrietado, algunas ratas, techo de calamina. Esos viejitos encorvados ante el tazón de sopa tampoco poseen sentido de lo grave pese a que comentan de política. Yo, por el contrario, siento que la rata me muerde el corazón. ¿Estoy en mi destino? Escucho un anuncio propalando el Día mundial de la lucha contra el cáncer.
El escalofrío me asciende por la médula. ¿Es tener sentido de lo grave? No ando nada bien. Dejo la sopa pues solo es un poco agua mojando dos mitades de papas. Voy al segundo. Tallarín en salsa roja. Salgo. Compro un plátano.
Sigo vagando. La policía me recuerda al plasma. Dicen que el espacio no esta vacío como ya señalan algunos científicos. Piensan que donde se suponía que reinaba la nada, la ingravidez, el vacío, por el contrario está lleno de plasma, el gran componente unificador del universo. Los científicos vieron que algunas estrellas pese a su masa rotaban con demasiada lentitud, como atrapadas en un invisible banco de aceite. ¿Si en donde creíamos que estaba el vacío yace el pleno qué diablos hay en el aire? ¿Que sabemos de las personas? ¿Cómo así, sin que se
quieran ni entiendan conviven? ¿Es que es imposible estar solo?

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