Vistas de página en total

miércoles, 29 de febrero de 2012

CRAPULA / CAPITULO III LAS DEFINICIONES

Me dicen el crápula. Soy de inteligencia inconstante. Por lo tanto me maljuzgan de traicionero. Pienso en otros crápulas e intuyo que la mente crápula es la que hoy en día se catapulta hacia el futuro. Al menos ha vencido a la mentalidad criolla pues esta segunda ha degenerado. El crápula respira actualidad y se sabe turbio, maculoso y poco invitado. No es cojudo. Sabe que su elección es políticamente incorrecta, pero no aspira ser impoluto, mucho menos un vasallo de su conciencia. El crápula desconfía de todos pero no desestima. Aprecia globalmente al ser humano. Es un tipo interesado y ante todo que no aspira otra cosa que ser
el mismo. El crápula sabe que los impolutos son crápulas y que a la vez estos impolutos no tienen posibilidad de saberse crápulas pues no son. El crápula duda y se regocija cuando la
paradoja vence a sus cálculos. Por eso los crápulas no carecen de fe. Siendo tipos medio solitarios buscan otros crápulas en busca de complicidad. El crápula no aspira a casi nada, no desea hacer una secta ni organizar un cambio. El crápula tiene fe y por lo tanto paciencia. Claro que entre sus aspectos humanos el crápula puede descartar al crápula que empieza a sentirse
impoluto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario