Vistas de página en total

lunes, 18 de julio de 2011

QUO VADIS

Cómo odio el silencio, la ausencia de motivos, el aire empozado. Estoy lleno de odio, frustración y cansancio. No duermo bien, en realidad, no duermo, o si duermo lo hago en las horas del día. No me siento en la máxima de mis oportunidades, falté a propósito a una cita, la olvidé. Pero debo estar atento, porque si no hago algo de inmediato, se me cae encima la montaña.
Es por eso que no puedo tener humor ni de levantar el teléfono, o de obrar con paciencia, porque un alto de cosas se me han atorado en la modesta iniciativa que me nace, drogado por completo por la masturbación y la computadora.
Llueve en Lima, es así casi todos los días, y tus llamadas me incomodan porque suelo ser, como tú dices, quien cuida su paz ante nada. Me ataca el tiempo, me ataca el silencio, me ataca la voz, me ataco a mi mismo. Mi alma es un campo de entrenamiento militar. Y lo peor.. no es tan grave. ¿O si?
Es que no hay tregua, ya no pienso en nada positivo de este bienestar que resta, no pienso siquiera en tener un instante libre, cómo ansío ver a una vaca comiendo pasto, o estar en un concierto de los Rolling Stones. Ya no me apetece Europa. Y no tiene que por con que esté pobre. Solo espero que entiendas que me cuezo por dentro en esta maravilla de estar por una parte bien, claro, bendiciones a la vida por ello, pero en otra, un desastre.
Siento olores a orines, el paso de esos aviones nocturnos, potentes, rumbo a Brasil, a Europa, Nueva York, y necesito gritar, pero me entumezco.
Fui a intentar levantar algo de pesas, pero el desánimo era intenso y comencé a hablar de etanol, combustión, intereses, es que estoy oscuro, dark, profundamente entumecido, con ojeras en los ojos y la cara algo hinchada.
No ha sido un buen día, o mejor dicho, no ha sido feliz, pero, y tal vez eso es lo bueno, te escribo algo al pasar el día, en el silencio de la noche, casi en la madrugada.
Ojalá entiendas lo inentendible, sé que hay milagros, ojalá vivas, ojalá yo pueda verte.
Aprendí algo hoy día, que algunos avezados mueren como el periodista del New Of the Wold. Lo pintan como que lo botaron de The Sun por borracho y drogadicto. Claro, necesitaba atacar, hacer daño a alguien antes que destruirse. No había salida, revivió el caso que no debía tocvarse. En el perú ningún periodista es asesinado, eso solo pasa en los países civilizados. Pero es extraño que sea aquí donde se defienden, con plata de ellos, los derechos humanos.
Ni derechos humanos y humanos derechos, suelten los leones, los veremos morir a todos. Mañana serán santos, hoy beberemos vino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario