Vistas de página en total

miércoles, 20 de julio de 2011

SUEÑOS DE RETORNO

Era una mañana o tarde nublada en Salaverry. Tal vez cerca de la primavera. Estabas, según decías, recompuesta de esa calamidad profunda y oceánica en la que naufragabas, y me dijiste que ya podías ir sola en lo que iba de tu vida. En verdad siempre decías eso, y esa vez yo te propuse no vernos más. Es que no era justo para mi. Sonreíste amablemente. Estabas en paz contigo misma.
Creo que no sabías que yo era así, que aún amando puedo decir “nunca más”. Traté de comprender que no había porque detestar a la chica que no te ama. Shakespeare me acompañaba, me iba a proteger, el sufrimiento de sus sonetos eran exactos a los míos.
Pero la verdad es que hice trampa. Pensé que precisamente yéndome, de verdad, yo, tipo mágico, irrepetible, forajido, me extrañarías. No quería que me olvidaras nunca. Y así fue. Asombroso.
Sabía que extrañarías la timbrada del teléfono, mis llamadas de las diez, y mis canciones en esos casettes trajinados, y que ni sabías cuáles eran, y todo lo de mi. Dejé las huellas en todo tu cuarto. Como un ladrón, ladrón de tus besos y caricias. Quise que en tu corte me declares culpable de robarte. Pero te dije que ese amor era una obra de arte en proceso al infinito: Nuestra, te atreviste a decirlo después de tanto tiempo. Entonces tú también la robaste, recién me enteré. Secreta, íntima, torrencial e infinita.
Si, el ladrón entraba y subía sin zapatos las escaleras. Recuerdo cuando bajabas el colchón al piso para no hacer ruido y no escuche tu prima al ladrón que te desvalijaba. Extrañabas el secreto de tenerte, la violencia con la que acariciaba, al pendejo que entraba como buena gente, al que no pagó el chifa y te hizo correr, al que besó a tu amiga por lo que te pusiste celosa sin explicártelo.
Pero por más seguro o segura que fuese mi convicción, nunca me detuve a pensar en lo que significaba esa canción que escuchábamos en la cama. Dream of the return de Pat Metheny. Sueños de retorno. Cómo haber ignorado que el futuro en algo estaba escrito en eslla. La canción hablaba de un poema lanzado al mar
“…con mis preguntas y mi voz.
Como un lento barco se perdió en la espuma.
Le pedí no diera la vuelta sin haber visto el alta mar en sus sueños
y hablar conmigo lo que vio.
Aun si no volviera, yo sabría si llegó.
Viajar la vida entera por la calma azul, en tormentas zozobrar.
Poco importa el modo si algún puerto espera.
Aguardé tanto tiempo el mensaje que olvide volver al mar y así yo perdí aquel poema. Grite a los cielos todo mi rencor. Lo hallé por fin pero escribo en la arena como una oración. El mar golpeó en mis venas. Y libro mi corazón…”
Atraviesas el océano, esta vez de vuelta. Tardaste un siglo. Discúlpame si seguí de frente, si no se me ocurrió volverte a ver cuando te ibas en el achatarrado ómnibos de la 11, tú me mirabas en ese marco de lata oxidada. Es que yo sabía que nunca más era never more. Y sé que sentiste mi distancia. No sé si traes un poema o extrañas escucharme simplemente. Solo sé que nunca me olvidaste. Solo te diré que mil veces amé, pero solo una vez pude volver la vista atrás. Solo para recoger el poema, nuestro poema, infinito, distante, imposible y real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario